Sinopsis
George Sand, seudónimo de Amandine Aurore Lucile Dupin (1804 -1876), nació en París, hija de padre aristocrático y madre de la clase media, siendo educada durante gran parte de su infancia por su abuela en la localidad de Nohant, en el condado de Berry, en Francia, lugar que luego aparecería en algunas de sus novelas. En 1822 casó con el Barón Casimir Dudevant y tuvieron dos hijos, Maurice, nacido en 1823 y Solange, nacida en 1828. En 1831, se separó de su esposo llevándose a sus dos hijos y se instaló en París. Cinco años después obtiene el divorcio.
Tras abandonar a su esposo, Aurore comienza a fabricar su propia leyenda: comenzó a preferir el uso de vestimentas masculinas, aunque continuaba vistiéndose con prendas femeninas en reuniones sociales. Este "disfraz" masculino le permitió circular más libremente en París, y obtuvo de esta forma, un acceso a lugares que de otra manera hubieran estado negados para una mujer de su condición social. Esta era una práctica excepcional para el siglo XIX, donde los códigos sociales, especialmente de las clases altas, eran de una gran importancia. Como consecuencia de esto, perdió parte de los privilegios que obtuvo al convertirse en una baronesa.
Estuvo relacionada románticamente con Alfred de Musset durante el verano de 1833; después de la tormentosa relación en Venecia, Musset posteriormente le dedicaría un libro: Confesión de un hijo del siglo. También entabló relación con el compositor Frédéric Chopin a quien encontró en París en 1831. Dentro de su círculo de amigos se encontraban el compositor Franz Liszt, el pintor Eugène Delacroix, el escritor Heinrich Heine así como Victor Hugo, Honoré de Balzac, Julio Verne y Gustave Flaubert. Más conocida por sus relaciones amorosas que por su obra literaria, publicó, pese a todo, una larga lista de novelas, siendo quizá la más famosa en castellano La Charca del Diablo, que cuenta experiencias de su infancia en el campo y se inscribe en un conjunto de novelas de tema rural muy característico de la autora, como El molinero de Angibault (1845), François le Champi (1847-48) y La Petite Fadette (1849).
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