Cuando uno topa con una novela de estas características, guiándose tan sólo de su enfermiza intuición y desconociendo todo lo referente a su autor más allá de un nombre asociado a un recuerdo de hace unos años cuando tomando una pinta de guinness en un pub de Edimburgo pude apreciar una fotografía enmarcada...
Cuando uno topa con una novela de estas características, guiándose tan sólo de su enfermiza intuición y desconociendo todo lo referente a su autor más allá de un nombre asociado a un recuerdo de hace unos años cuando tomando una pinta de guinness en un pub de Edimburgo pude apreciar una fotografía enmarcada...