Allende alterna de forma magistral dos líneas narrativas principales en este hermoso libro.
Por un lado, la historia y recuerdos de su familia (en donde introduce en ocasiones episodios que podrían calificarse de “realismo mágico” y que tienen mucho que ver con “La casa de los espíritus”) y la de su país (con episodios tan notables y de tan vívida descripción como el golpe de estado del 11 de Septiembre de 1973 y el bombardeo del palacio presidencial); por otro lado, narra el terrible episodio de la enfermedad de su hija; en esta ultima parte Allende vuelca sus emociones por lo general de forma contenida y con gran entereza.
La prosa es limpia y exacta, y fluye de forma natural, revelando una facilidad innata para la escritura.
Nunca he llorado leyendo un libro (no consigo hacer el ejercicio de imaginación necesario para llegar a ese extremo) pero reconozco que las ultimas paginas de este libro han sido las que más cerca han estado de llevarme a ese punto. ¡Grande Isabel!
Escrita hace 13 años · 3 puntos con 1 voto · @Alvaro03 le ha puesto un 9 ·