Eso pensé tras haber leído esta novela histórica. Comienza fuerte, en un sitio y una época no muy vistas (al menos por estas tierras) como es la Alemania de Carlomagno, y describiendo el oficio de escriba y curtidor de una manera sencilla y efectiva. Introduce a un personaje a priori fuerte como Teresa y la mete de lleno en una trama política que gira alrededor de un misterioso libro. Pero hay un momento a mitad de la novela en que esta pierde fuelle y comienza la caída. Intentando emular a El nombre de la rosa el autor crea una relación maestro-alumno con el ánimo de resolver enigmas, pero falta profundidad y sobre todo originalidad, porque el lector intuye fácilmente los secretos de la trama y los personajes misteriosos que van apareciendo los descubriría hasta un niño. Al final se cae en el topicazo, con batallita entre gallitos incluída y victorias in extremis. Lo más gracioso de todo es que la protagonista, que se reafirma en su papel de escriba-mujer pese a la objeción de la sociedad...¡acaba desechando su sueño para irse a vivir con el héroe de turno! ¿Acaso el autor se olvidó de su protagonista?
Escrita hace 13 años · 0 votos · @Aliomo le ha puesto un 5 ·