EL ESTIMULO DE LA SENCILLEZ por Hamlet

Portada de EL ESPÍRITU DE LA ILUSTRACIÓN

Después de haber concluido el presente libro de Todorov y haciendo una valoración global de él, creo que es un libro que todo y no ser excelente ni brillante si me parece un buen libro, que merece la pena ser leído. Sus virtudes son bastantes más numerosas que sus defectos, o, siendo más justos con el autor, debiera decir limitaciones o carencias. Muchas de ellas da la impresión que son claramente asumidas por el pensador en un libro con el objeto de este: a saber, un libro divulgativo, de aproximación a la crítica filosófica de lo presente desde el prisma del espíritu ilustrado. Un libro,en definitiva, sencillo, que se puede leer de forma fluida y provechosa, sin apenas dificultades, incluso por aquellos que nunca han experimentado interés por la filosofía más docta o de envergadura. Los ya iniciados en estas singladuras quizás ya tengan conocimiento de muchas de las cosas que aquí se tratan pero como mínimo siempre habrá alguna cosa que amplie su acervo y conocimiento sobre el espíritu y periodo ilustrado; y lo que es más importante, lo hace de una manera estimulante, relacionandolo con la actualidad, y poniendo de manifiesto que lejos de ser un pensamiento anacrónico y tan sólo de interés para los historiadores del pensamiento, tiene mucho que decir sobre nuestra contemporaneidad. No tan sólo explicando los origenes de ciertos esquemas de pensamientos actuales tan en boga y predominantes sinó al tiempo también ofreciendo alternativas interesantes a los mismos. Resumiendo, un libro que es breve, didáctico y estimulante, que si bien a aquel ya muy relacionado con la Ilustración y de el pensamiento crítico poco le aportará si lo hará para la mayoría de los lectores. A criticarle sobretodo (seguramente por razones del autor de no querer alargarlo infinitamente, arriesgandose a romper con la sencillez y linealidad de su exposición ) su falta de calado en algunos capítulos y pasajes, donde se pasa a exponer ciertos principios y conclusiones, como si de máximas incuestionables se tratará, pero sin en contrapartida poner de relevancia una crítica profunda a los mismos; como si esas conclusiones, con las que el autor manifiestamente comulga, no conociera contraargumentos a su solidez; que las tiene y muchas. Algo dificil de perdonar en un libro filosófico pero bueno algunas carencias debía tener. Un saludo y gracias por la atención.

Escrita hace 13 años · 0 votos · @Hamlet le ha puesto un 6 ·

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