Tengo debilidad por el realismo mágico. Aunque es una herramienta de doble filo, y que si no se maneja con cuidado, o si directamente no lo tragas, te puede hacer absolutamente infumable cualquier libro. Pero a mí me resulta fascinante tanto en su vertiente más "ortodoxa" como en este libro, o en sus vertientes más oscuras y/o alternativas (Carcoma, El cielo de la selva, Piranesi, La Casa de Hojas, El tercer policía o incluso el juvenil Entre extraños) rozando la novela directamente fantástica en muchos casos.
Pero además es que el objetivo ambiciosísimo de este libro, narrar en cierta forma TODA la Guerra Civil y sus múltiples miserias y miserables, me da además una envidia terrible y malsana. Además por un niñato treintañero, (que al menos no es imberbe según muestran las fotos de Internet...)
Pero la verdad es que la novela me ha atrapado por forma y fondo desde la primera a la última página. Porque es un libro fresco, distinto, "mágico", de escritura sencilla pero de gran nivel y que transmite toneladas de horas de preparación e investigación tanto en la vertiente histórica como en la costumbrista de ese campo atávico y duro de antaño ¿quizá ya perdido? En una mezcla justa y adecuada entre homenaje y critica que, como dice David, el campo es bellísimo en dosis cortas, no de continuo.
Y ya como postilla final. En no sé cuál de esas listas que florecen, Irene Vallejo (El infinito en un junco), (o alguien que le roba el nombre, que con Internet nunca se sabe), la recomienda como dentro de las xxx novelas a leer en 2025, en este verano o antes de que te duela una muela, (qué más da). Pues eso: amén.
Escrita hace 2 meses · 0 votos · @arspr le ha puesto un 9 ·