https://www.youtube.com/watch?v=ivL4Knij9kE
Mirad ese vídeo de la UNED porque es imprescindible para poder explicar este pequeño milagro de libro. De hecho yo desconocía la historia vital de Irene, su hijo y la gestación del libro, pero cuando lo he visto a mitad de la lectura ya me ha cuadrado todo.
De hecho iba a llamar a esta reseña algo así como "A tumba abierta", "Hasta el alma, el hígado, y más allá", o similar, pero prefiero hacer publicidad a lo que la propia Irene comenta sobre sí misma. (Y mira que me alegro mucho).
Porque se nota que este es un libro que Irene ha escrito sin guardarse absolutamente nada de lo que le apetecía decir y sin pensar en más lector que ella misma. Sin cálculos de ningún tipo sobre si así venderá más o venderá menos, si esto está o no de moda. Y esto se enmarca en su círculo vital de que era un libro de "despedida" por sus circunstancias personales de madre con un hijo con problemas y que asumía que le iba a absorber la vida. Por lo que redactaba el libro como dicho epitafio del mundo académico que previsiblemente tendría que abandonar (o reducir) y como muestra última y total de su amor a los libros. (Que por cierto que me alegro que parece que, espero que mejor que peor, las cosas van saliendo adelante en lo importante, ... si Internet no miente... demasiado...).
Porque como todos los buenos libros de divulgación, además del tema principal, (en este caso la invención de eso tan maravilloso que nos une en este y otros miles de grupos de lectores), sirve para hacer extrapolaciones a los más y diferentes temas posibles. Y para mostrar cómo es el hombre desde que el mundo existe, con sus mismas luces y sus mismas sombras, por mucho que ahora tendamos a decir "cuánto hemos cambiado" un poco ingenuamente. Pues tampoco tanto. Sí, quizá en la superficie, en las apariencias, en los colores y sabores, pues sí. Pero el miedo a los cambios, las tensiones demográficas, el adaptarte o rechazar esos cambios, el comprender o no al otro, el ser consciente o intencionadamente inconsciente de las injusticias, el poder del dinero, (incluso cuando lo que había era trueque, qué más da), etc. etc. existen casi desde los dinosaurios, cuando no éramos más que proto-ratas de campo.
Y se nota que Irene es muy reflexiva, tiene las ideas muy claras, y un maravilloso don para contar e hilar temas utilizando la escritura como "excusa" (y "fuente", y "nexo", y lo que queráis) conductora. Y se nota que además NO se ha guardado NADA en el tintero, (o teclado del ordenador que lo mismo da). Era su último libro, y era un libro para ella sola, así que, como Victor Manuel, es un corazón tendido al sol y cada frase, (no verso en este caso), es un jirón de piel. Pero afortunadamente con una elegancia y sencillez abrumadora. Que por eso ha llegado a tantos y tan variopintos lectores.
Vinculaba este ensayo con MANIAC en mi anterior reseña, pero es que ahora estoy completamente convencido que pueden ser una perfecta pareja de viaje sobre la humanidad...
En el debe, y porque algún fallo hay que indicar para que no parezca que Irene me paga, pues algunas cosillas mínimas. Empezando por su primera virtud: si te lo has dejado todo, ¿qué vas a escribir ahora, Irene? Continuando por su algunas veces excesivo fraccionamiento y reiteración. Cada capitulito es en sí un mini ensayo independiente aunque todos van interrelacionados. Y, algunas veces, hay como ligeras extrañezas de déjà vu al respecto de cosas que ya me has contado pero de forma ligeramente distinta e incluso como ignorando esa mención anterior. Y como el peor pecado: el final sí es claramente repetitivo y aporta bastante menos. El problema creo que pasa porque Irene ha querido hacer una simetría entre el libro y las bibliotecas romanas "gemelares" entre griegos y los propios romanos. Pero claro como ella misma indica, es que esto era totalmente artificial porque la parte romana era bastante menos interesante y numerosa, con lo que al final en un sitio había bastante más "morralla" que en el otro... De hecho es que la gran genialidad de los romanos fue precisamente eso, ABSORBER lo bueno viniese desde donde viniese, y claramente el mundo heleno tenía muchísimo que ofrecer. Pues bien, esa misma sensación de relleno acaba ocurriendo al final del libro, cuando este ya está claramente acabado y empezamos un poco a dar vueltas al tiovivo para que los romanos no se queden a medio gas frente a los griegos...
Escrita hace 24 días · 0 votos · @arspr le ha puesto un 8 ·