Una colección de cuentos entre lo fantástico cotidiano y el espíritu lúdico de Cortázar y los experimentos con dispositivos narrativos de David Foster Wallace o Laura González, lo que debe ser bueno si ellos te gustan.
Cada cuento tiene un dispositivo peculiar: narraciones en segunda persona o que simulan ser un programa de televisión o que imitan el registro de una entrevista clínica. Algunos son juegos con encanto y poco valor (‘La montaña mágica’); los mejores, de una sencillez engañosa (‘Pájaros que cantan el futuro’); y otros, simples chorradas nacidas de una premisa divertida y un gran título (‘Otro minuto de silencio’). Con ellos a veces es difícil decantarse entre lo misterioso y la bobada.
Digo cuentos misteriosos (que no es lo mismo que abiertos) en tanto que tienen una clave de lectura externa al cuento, que a menudo es un imaginario. Como: los superhéroes, Elvis Presley, el fútbol, una sonata clásica. A veces llegan a ser crípticos, como ‘Oppenheimer’, que me gusta; otras, no van más allá del extrañamiento.
Son cuentos de taller, cuentos de ingenio. Cuentos de premio.
Escrita hace 5 meses · 5 puntos con 1 voto · @Tharl le ha puesto un 4 ·
@Faulkneriano hace 4 meses
Pues las influencias confesas, en este caso, son más que estimulantes, pero... Ya se verá si me lo leo.
El cuento es género difícil y su ejercicio continuado, sacrificado. Es como un matador que se dispone a acometer a un morlaco gigante en una plaza casi vacía, cuando está cansado y el público ha ido abandonando las localidades.