Mandíbula es altamente recomendable para los amantes del género y me atrevería a decir para el público en general al que le apetezcan emociones un poco picantes.
No quiero revelar mucho, aunque desgraciadamente la reseña desvela demasiado, pero en cierta forma "Mandíbula" es una puesta al día del horror cósmico tipo Lovecraft. (De hecho hay un capítulo explícito al respecto). Pero lo sorprendente para mí es que al final es un cerrar página de dicho horror cósmico. Porque, seamos sinceros, la verdad es que poquito miedo da que haya un supuesto ente todo poderoso y todo desconocido y todo inimaginable que te destruya simplemente porque pasaba por ahí, porque tú eres menos que una hormiga para él, no porque sea o deje de ser maligno y quiera tu sufrimiento... Para esa situación tan "dura" y "sin esperanza" basta con pensar en la inevitable Muerte que nos espera a todos...
Por tanto, pues está claro que si quieres meter miedo, o aunque sea inquietud, tienes que irte donde siempre, es decir, al vecino de enfrente, o al que te mira desde el otro lado del espejo. Porque sí, jamás nada podrá asustar más que lo hijoputas que en general podemos ser nosotros mismos con nosotros mismos. Y si en el camino metes a personajes un tanto "tarados" y "tabú", como puede ser "dulces e inocentes adolescentes" que están como las maracas de Machín o la profesora de marras pues la verdad es que el resultado es un punto más inquietante que si el malo malísimo es el hombre del saco. El capítulo final es de hecho fabuloso a dejar volar la imaginación de cómo acaba o deja de acabar todo...
No os va a descubrir nada nuevo bajo el sol. Pero los planteamientos un poco heterodoxos, siempre añaden un punto mosqueante adicional. Y si no léete El cielo de la selva o Cadáver exquisito a ver qué tal lo llevas, más que El diablo a todas horas, o En el nombre del cerdo. (Aunque todos ellos son bastante sorprendentes, digamos).
Escrita hace 20 días · 5 puntos con 1 voto · @arspr le ha puesto un 8 ·
@Tharl hace 16 días
Estamos en la misma honda de lecturas arspr: Leyla Martínez, Mónica Ojeda, Vilar Madruga, Irene Solá... Hace poco leí los cuentos de Ojeda y próximamente leeré a Samanta Schweblin. Me gusta más este realismo mágico gótico (no el de Carcoma) que el del bum Latinoaméricano porque parte de imaginarios populares preexistentes.
Los cuentos de Ojeda me dejaron con mucha curiosidad. A ver qué tal Mandíbulas.