Bella simplicidad por arspr
Y difícil simplicidad.
Si uno lee la sinopsis de este libro prácticamente se ha leído el libro salvo por una agradable sorpresa en su forma narrativa, (que no voy a desvelar aunque no sea una revolución), que también le sienta como un guante. Porque es que no hay más, simplemente los vaivenes vivenciales que cualquier persona tiene en su devenir vital con golpes y fiestas a partes iguales. Y sobre todo con los vaivenes en sí mismos de la protagonista, (o insisto de cualquier hijo de vecino), en quién somos o dejamos de ser, e incluso en cuándo y dónde somos, muchas veces separados por meros segundos o incluso todo junto a la vez sin saber ni si somos valientes o cobardes, arriesgados o conservadores, alegres o serios, (añada usted lo que quiera).
Ya pero todo es muy obvio pero muy difícil de narrar con alma y tensión. Con credibilidad. Con ganas de seguir conociendo (o desconociendo) a Marta, y en definitiva a nosotros mismos, en cada página. Sobre todo en la siguiente página. Y sí, puede que haya momentos algo más sensibleros y/o forzados. Y sí, al final la vida de Marta es, (afortunadamente para ella), luminosa en su conjunto pese a los nubarrones negros que se encuentra, (que por otro lado son inevitables). Sí, digamos que le han tocado bastantes menos bastos que oros, y por tanto se puede caer en la tentación de calificar el libro de blandito. Pero quizá esto tampoco es justo ni con el libro ni con la vida en general, quizá salvo unos cuantos indiscutibles bastos, a todos nos toca decidir con qué cristal miramos las cartas "insulsas" del medio. Y Marta ni siquiera sabe cómo las mira, pero lo que sí sabe, (o no sabe pero lo hace), es que se van a seguir sacando cartas de la baraja.
Me repito: un bello y simple libro al que quizá le habría votado incluso con un 9, si de alguna manera su cuarta parte no hubiese sido "tan convencional", (obsérvense las comillas, es una crítica muy muy chiquitita).
Recomendable para cualquiera. No os cambiará la vida pero quizá os ayude a entender que es que la vida se cambia ella sola por mucho que nos empeñemos (o no) en congelarla.
Escrita hace 26 días · 0 votos · @arspr le ha puesto un 8 ·
