No hay nostalgia peor... por arspr

Portada de YO QUE NUNCA SUPE DE LOS HOMBRES

... que añorar lo que nunca jamás sucedió.

La frase evidentemente no es mía sino de Sabina pero me ha saltado a la mente automáticamente al leer el libro.

Este es un libro acongojante en que se tocan dos temas desoladores para nuestra protagonista: ser la última persona viva y ser muy pero que muy consciente de ello y, aún más devastador, ni siquiera saber muy bien qué era "ser humano" porque nació ya en el enigmático desastre infernal que enmarca su vida y solo sabe qué era la "vida humana normal" a través de los recuerdos de sus compañeras. Recuerdos prestados y dañados nunca se sabe por qué, porque en realidad todo es una excusa para explorar la soledad y el anhelo por encontrar un sentido, aunque sea prestado, a la propia vida.

Un libro desolador, despiadado y reflexivo que tiene el gran acierto de ni siquiera explicar el porqué del escenario planteado, para que el lector vaya tan perdido en las sombras como la protagonista.

Y en el debe que en cierta forma, la protagonista no sabe qué ha dejado atrás, pero la autora sí. Y en cierta forma algunas veces se inmiscuye en la credibilidad de lo que conoce o desconoce, y cómo nos lo narra, porque habría sido necesario un derroche literario desmesurado para cuadrarlo todo sin aristas.

Escrita hace 3 meses · 0 votos · @arspr le ha puesto un 8 ·

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