Una gran perdida por arspr

Portada de EL ÚLTIMO BARCO

Acabo de terminar el tercer libro de la serie y evidentemente es una gran pena que Domingo Villar ya no esté con nosotros. Por supuesto supongo y deseo que así lo sientan sus allegados tras su prematura muerte, pero en un plano egoísta de mero lector es que esta serie merece mucho la pena. Y además, en mi opinión, va mostrando una gran madurez según avanza.

De hecho el primer libro es, con bastante, el más flojillo. Mera introducción de personajes pero que no deja de ser otro de policías y asesinatos más. Pero en el segundo, y sobre todo en este, todo el ecosistema se va asentando y tanto Leo Caldas como los maravillosos secundarios (su padre y Estévez a la cabeza) se sienten totalmente reales.

Además es que precisamente lo más interesante a mí parecer es que el libro es un buen libro incluso sin la trama policial. Las reflexiones del padre, de Napoleón, de otros cuantos personajes, incluso del arquetípico doctor Andrade, (bueno en realidad, gran parte de los personajes tienen un componente arquetípico de "madre coraje", "ególatra", etc), valen a la postre más que la trama policial en sí misma. No es que esta no sea correcta pero al menos a mí me interesan más las tardes en el Eligio o el detalle simpático de Estévez desesperado con el no saber si se sube o se baja en su Galicia de adopción.

Novela negra que al final no es tan negra, (o mejor dicho, no solo negra), y que, como la vida misma, muchas veces finaliza abrupta e injustamente cuando menos te lo esperas.

Escrita hace 7 meses · 0 votos · @arspr le ha puesto un 8 ·

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