Pasarse de frenada por arspr

Portada de EL JILGUERO

Ufff, libro denso y por momentos aburrido al que le he subido un punto la nota porque esta señora escribe francamente bien, pero no me veo recomendándolo ni bien ni mal. Vamos de 5 raspado en realidad.

Donna Tartt, al menos en las dos novelas que he leído de ella, El secreto y esta, mete unos tochos importantes y digamos que se inventa unas historias francamente retorcidas. Poniendo a prueba la credibilidad y atención del lector más devoto. Allí el tema de las "bacanales" salidas de madre y círculos universitarios un tanto chungos. Y aquí... yo que sé ni por donde empezar. Venga: mezclamos terrorismo, robos artísticos sin querer queriendo, estrés postraumático, últimas voluntades y enamoramientos a primera vista y no sé cuántas cosas más, que, al ponerlas por escrito una detrás de otra, analizas claramente que es imposible que funcionen.

Y eso es un poco lo que pasa. El secreto era quizá la medida justa de bizarrismo concentrado para, a la vez plantear una historia original mientras que desgranaba página a página lo importante: describir el alma humana.

Pero aquí, o bien me ha pillado con el pie cambiado, o bien es que es total y absolutamente increíble la superposición de cosas unas tras otras sin pies ni cabeza por sí solas, (y ya no digamos juntas). Es más, hasta la "trivialización" de las drogas me parece hasta peligrosa. Si el tal Theo se hubiese metido ni la quinta parte de lo que describe que se mete, no habría tenido tiempo despierto ni para leer un Mortadelo, ni mucho menos para tener la vida intelectual y formación que tiene.

Total que todo me parece un artificio tras otro sin que en ningún momento me llegue a creer nada de lo que siente ni experimenta el tal Theo porque es que no tiene ni pies ni cabeza.

Escrita hace 8 meses · 0 votos · @arspr le ha puesto un 6 ·

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