Joyland por Shorby

Portada de JOYLAND

Siempre digo que Stephen King me gusta a la vez que me da pereza, creo que es un señor con ideas cojonudas en su mayoría pero que para mí mete mucha paja en sus libros.

Igualmente siempre tengo varios suyos para leer por casa y acaban siendo lecturas gratificantes.

Como esta.

Siguiendo mi línea habitual de lectora aleatoria que soy, iba a ciegas con él –he comentado en más ocasiones que no soy de leer sinopsis, o al menos no enteras-, así que fue una sorpresa encontrarme en un parque de atracciones de los 70.

Dentro de las temáticas y ambientaciones que me molan, las de los circos y similares de antaño son de las que me tienen en el bolsillo ya de entrada.

Así que para mí fue agradable acompañar al protagonista a su curro de verano mientras estaba de vacaciones universitarias, corazón roto por la novieta incluido. Y es que mientras Devin llora a Wendy –estaba cantado, chico-, asistimos al funcionamiento de una de las atracciones veraniegas que más éxito tiene en la costa: Joyland.

Sí creo que es una novela a la que le cuesta entrar en acción, que estamos mucho tiempo viendo ese día a día de nuestro protagonista, cómo entabla amistad con sus compañeros, cómo va madurando en cierto modo. Y también cómo entran en juego personajes que darán mucho que hablar en esta historia.

Por supuesto, tenemos el punto de terror paranormal, en este caso, con la casa del terror del parque, que se nos presenta ya con leyenda de asesino y chavala fantasma, quedando fenomenal en el conjunto que ya teníamos expuesto.

Pero ese giro de acontecimientos y chicha, ya pasada la mitad del libro, no lo vi venir y la verdad es que me gustó mucho.

Una novela más dramática de lo que King nos tiene acostumbrados (o al menos a mí, que me faltan, no sé, mil libros suyos por leer, porque este señor escribe libros con la “facilidad” del que se hace el café por la mañana para desayunar), también es una novela muy de su época clásica, me ha recordado mucho a sus primeros libros por el tono –no por el dramatismo mencionado- y por la historia en sí.

No sé, no me esperaba este tipo de temática y lo he disfrutado muchísimo, además en esta ocasión no se deja llevar por descripciones eternas y va bastante al grano (no me lapidéis los súper fans de este hombre, pero lo de que te explique en treinta páginas cómo una hoja cae de un árbol y el viento se la lleva cien metros a la izquierda mientras sucede algo de la trama principal paralelamente, es que no puedo). Que lo agradezco, vamos.

Muy entretenido, con una tensión final muy guay que consigue que nos metamos de lleno en lo que nos está contando; la lectura perfecta para esta época.

Escrita hace 8 meses · 0 votos · @Shorby le ha puesto un 6 ·

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