Intemperie por Shorby

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Hoy toca un libro que llevaba en mi estantería desde que salió, lo pillé en su día porque tenía muy buenas críticas y, como me pasa siempre, lo dejé esperar hasta que dejara de verlo por todos lados.

Muy mal.

También como casi siempre, era una novela con la que iba bastante a ciegas y no sabía que me iba a encontrar este tipo de historia, de corte rural, muy Delibes (salvando las distancias).

Empezamos con nuestro protagonista, un niño que se ha escapado y al que buscan, que se mantiene escondido bajo un calor insoportable en un sitio que jamás se nos nombra, pero que tiene pinta de estar en lo que era la España profunda de los años 30-40. Porque tampoco se nos sitúa en ningún contexto. En realidad no hace falta, la novela no va de eso.

Con un lenguaje súper rico y nada difícil de seguir –aunque hay muchas palabras que no he oído en mi vida-, el autor nos lleva de la mano del chico, huyendo sin rumbo por esa estepa a pleno sol, sin apenas comida ni bebida, ni sitios donde guarecerse.

Y es cuando nos encontramos con el segundo protagonista: un cabrero.

Se establece una relación tierna y extraña entre estos dos personajes que nunca sabremos cómo se llaman y que poco a poco van haciendo por convivir y comunicarse en esa especie de huída compartida, dejándonos momentazos súper tensos por parte de los perseguidores del chaval. Ese capítulo 8 es oro.

Un libro duro, extraño, cruel, desalentador, donde la violencia y la brutalidad son palpables en esa prosa preciosista y a la vez tan fría del autor; una historia sencilla y súper bien llevada, con descripciones que son una maravilla, haciendo que el lector se sienta tan lleno de mugre como los personajes que caminan por ella; que además se lee tremendamente rápido y nos deja un nudito en la garganta casi sin darnos cuenta.

Una novela que va de menos a más, sin nombres ni fechas, donde priman sensaciones y olores. Me ha flipado.

Escrita hace 8 meses · 0 votos · @Shorby le ha puesto un 8 ·

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