Inverosímil por arspr

Portada de SINSONTE

Nada, una decepción de libro.

Si son medianamente serias, las novelas de ciencia ficción tienen la función principal de hacer juegos mentales de extrapolación de eventuales situaciones distópicas o utópicas, (es decir o buenas, o malas, o regulares, o de medio lado según las mires), donde la supuesta tecnología avanzada que sea ha permitido el desarrollo extremo de cualquiera de los defectos o virtudes de nuestras sociedades actuales. Y desde luego así lo pretende esta novela.

En este caso, el bienestar social asociado a que tenemos robots que nos lo hacen todo, acaba llevando a una sociedad absolutamente degenerada donde los humanos lo único que hacen es estar drogados y ensimismados en su mundo interior, mientras que el exterior se descompone porque ya no hay nadie capaz de arreglas las goteras que evidentemente antes o después le va a salir a cualquier robot o aparato por muy bueno que sea. Y en este planteamiento concreto de niños malcriados al extremo se llega hasta que dichos humanos han perdido hasta la lectura, es decir, toda la sociedad es absolutamente analfabeta por desuso.

Y, en ese contexto, solo queda un robot realmente inteligente e inmortal que lo único que quiere es suicidarse porque está evidentemente harto de todo, pero no puede porque se lo impide su propia programación.

Vale, hasta aquí todo correcto. Pero a partir de aquí, en mi opinión nada funciona en la novela. En particular es un problema con las novelas de ciencia ficción que, a la que te descuides, envejecen fatal porque ciertas extrapolaciones a futuro quedan absurdas en cuanto efectivamente dicho futuro aparece en realidad. Y algo de eso pasa en esta novela en ciertas descripciones un tanto analógicas y rupestres de un futuro que en realidad es mucho más digital. Pero ese no es el problema fundamental de la novela sino su propia coherencia y verisimilitud intrínseca. Y aquí falla por todos los lados.

Insisto, verosimilitud no veracidad. Evidentemente las licencias ci-fi que sean tienes que tragártelas y darlas por hecho para disfrutar cualquier novela de este estilo. Pero salvado esos saltos de fe iniciales, (que no obstante siempre tienen sus mayores o menores aristas que posiblemente continúan rozando por mucho que te empeñes en soslayarlas), la novela debe ser creíble de ahí en adelante. Y en este caso, yo he sido incapaz en ninguna página de entrar y creerme lo que me estaban contando. Lo mire por donde lo mire.

No puede ser que si la gente está atocinada, drogada en su nube de algodón, (porque además es que no conoce otra cosa), se suicide en masa (¿por qué? si como se insiste, estoy en mi mundo rosa).

No puede ser que el robot principal inteligentísimo sea analfabeto. Si lo gestiona todo y como se narra, le han formado al respecto, le han tenido que enseñar, que transmitir conocimientos (se insiste mucho en ello). Y se lo han transmitido en soportes físicos. ¿Qué diferencia esa transmisión del concepto de leer?

No puede ser que una persona atocinada aprenda a leer sola. ¿Por qué va a hacerlo si está atocinada?

No puede ser que ese robot inteligentísimo desprecie leer. De hecho, es que hasta de ser alguien el primero en haber aprendido a leer debería haber sido él mismo, no el hombre atocinado.

No puede ser que una persona con una mano rota se escape y sobreviva (sin agua además) en medio de la nada por mucha exigencia de guion que lo requiera.

No puede ser que, oh que curioso, la religión cristiana y solo la cristiana, haga acto de presencia (esto ya aburre)... Es más qué curioso que entre miles de millones de libros siempre aparece la Biblia y en varias versiones (y no el Corán o saber qué libro chino).

No puede ser que un robot extremadamente inteligente que por programación debe cuidar sí o sí a los humanos, (como todos los de esta novela, aquí no hay robots asesinos tipo Terminator), decida que los esterilizo y así se mueran y así quede yo libre para suicidarme porque ya no tengo humanos que cuidar. Digo yo que un poco de contrasentido hay aquí, ¿no?

Y así, uno tras otro tras otro de los pasajes. En todos ellos entiendo la intención del autor. En todos ellos entiendo la "fábula", la "moraleja", la "crítica social" que el autor pretende hacer. Pero en ninguno de ellos me podido creer ni por cinco segundos el envoltorio que me estaban haciendo tragar...

Escrita hace 11 meses · 5 puntos con 2 votos · @arspr le ha puesto un 5 ·

Comentarios