¿Por qué? por arspr

Portada de DANIELA ASTOR Y LA CAJA NEGRA

¿Por qué se complican los escritores? ¿Por qué escriben un libro tan "enrevesado", cuando es claro y diáfano que no está aportando nada de valor adicional?

"Daniela Astor y ..." son tres libros en uno. En primer lugar está la narración principal de coming-of-age, (¿alguien me puede decir el término equivalente en castellano?), de fin de la infancia de Catalina en la España del destape. En segundo lugar está el hecho, que se mantiene en el decorado, que desencadena lo anterior así como la revolución en el entorno familiar de Catalina. Y en tercer y último lugar está el falso documental de una Catalina ya adulta, con 50 años en tiempos actuales, que evidentemente quedó marcada por esas vivencias de su juventud, (sin connotaciones tremendistas, o sí, es irrelevante, simplemente por ley de vida).

Empecemos por lo peor del libro: esa tercera pata, ese documental, es un bodrio infumable y, a mayores, con ínfulas intelectualoides que para qué. De verdad, insoportable. Porque se resume en simplemente hacer ver las contradicciones de ese destape que, como una espada de doble filo, por un lado supuso un paso en la liberación de la mujer, en al menos visibilizarla como un ser propio de carne, hueso, sexo y cerebro, más allá de ser madre o esposa, pero por otro no era más que un paso más en la sociedad machista que las cosifica como mero reclamo u objeto sexual para vender la película de turno (o cualquier otra cosa), enseñando o insinuando tres tetas y dos pubis... Eso sí en una época donde, de base e independientemente de estrato social, e incluso de condición hombre o mujer, lo que había era unas ganas locas de normalizar lo que fuese con tal de que no fuese la oscuridad anterior.

Ya pero para indicar eso me ha bastado un maldito párrafo...

En cambio, al menos para mi gusto, sí funciona muy bien la primera de las patas de la novela: ese fin de la infancia donde Catalina entierra a Daniela Astor. Pero nunca del todo, jamás nunca del todo, porque, como la propia autora escribe, en todos los niños hay un adulto y todos los adultos hay un niño. Así pues la sucesión de cambios y de forma de ver el mundo de Catalina son punto por punto totalmente creíbles en sus aspectos luminosos y en sus aspectos dolorosos. Y más cuando a su alrededor ocurre lo que ocurre por la segunda de las patas de la novela.

Esta segunda pata, que no quiero tampoco describir demasiado porque no aparece como tal en la sinopsis, vuelve a ser un tanto mediocre. Aunque quizá y como intentaré explicar sin explicar a continuación es más una visión sucia mía de partida. Esta segunda pata es, al final, un hecho grave que pone patas arriba las relaciones familiares de Catalina y que, junto a su inevitable comming-of-age, reconfigura completamente la persona que será y sus relaciones. Y los castillos en el aire que constituían su infancia se caen para descubrir bien la nada tras ellos, bien cabañas resistentes a los vientos, por muy feas que sean, o al menos a vientos algo mayores que una maldita brisa. Justo como en cualquier casa de vecino.

Pero el problema fundamental de esta segunda pata es que se desprecia totalmente su motivación. Se centra, además de manera claramente intencionada, en describir el ataque salvaje e injustificado que cierto personaje recibe desde todos los lados, incluso los más íntimos. Pero sin entrar en el porqué, cómo, cuándo o dónde de su actuación, como si dicha actuación fuese lo más "normal" del mundo. Y bien es cierto, que en la época narrada, con la falta de condiciones previas, de educación, de medios materiales, de conciencia al respecto, de libertades de todo tipo incluso de decisiones íntimas, de todo lo que a uno se le pueda ocurrir con media reflexión al respecto, este enfoque es más que adecuado. Pero no olvidemos que este es un libro actual, (y además así lo pretende), y no puedo evitar ver cierta trivialización del asunto que desgraciadamente suele ser muy común actualmente entre ciertos colectivos "feministas", (dicho con todo el desprecio posible, por el abuso y destrucción del término). Insisto quizá es mirada sucia del que escribe, pero no puedo evitar ver el libro con un cierto tufo a pasquín tendencioso.

Escrita hace 11 meses · 0 votos · @arspr le ha puesto un 6 ·

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