Incongruencia personal por arspr

Portada de EL FILO DE LA NAVAJA

Javier Marías. Es posiblemente injusto (o no) con la R mayúscula de nuestra Academia, pero la asociación es inevitable para mí.

Acabo de finalizar el libro y me digo como resumen "pues vaya imbecilidad". Sí pero lo he devorado, sabiéndolo a cada paso que es lo más destacable. Sí, por momentos lo he querido tirar por la ventana, (aunque fuese del Metro). Sí, por momentos no soportaba a sus estereotipados personajes pero sobre todo al peor de todos: al propio escritor dando lecciones y "sufriendo" en silencio los "desplantes" (ejem) esnobistas de los ricachones de turno, (más o menos como las almorranas diría yo), cuando la diferencia con ellos que realmente se entrevé en sus páginas tiende aproximadamente a un rosco como un sol. Sí por momentos, en especial, en la fase de India, el tal Larry me parecía más irreal y absurdo que un unicornio florido. Sí todos y cada uno de sus personajes, principales y secundarios, sobre todo estos últimos con esa plétora de aristócratas venidos a menos, hasta las profundidades de una mina incluso, pero manteniendo siempre ese tonillo de superioridad cultural, me comían los nervios frase sí y cóctel y salón decorado estilo (ponga usted aquí un nombre regio con ordinal detrás) también. Y qué decir del pastiche religioso-hinduista-monacal-filosófico-cristiano-yo-qué-sé en especial de la Parte Seis del libro...

Sí, lo que queráis, pero me lo he bebido. Y qué demonios, su gusto, sabor y olor me han encantado por mucho que solo encuentre razones objetivas para lo contrario. Es que hasta el paso del tiempo se le nota en añadido a su propio clasismo de serie incluso en el tratamiento de los personajes femeninos o de los meros trabajadores. Y de nuevo, sí lo que queráis, pero venga otra página más y ten cuidado no te acuestes dos horas más tarde de lo que esperabas...

Nada, juro por mi honor, (ese que no tengo), que no volveré a leer nada de William Somerset Maugham, que con un libro he acabado hastiado para veinte vidas (y además es que incluso empiezan a estar un tanto rancios ya... que afortunadamente el paso del tiempo no perdona). Pero, no os fieis nunca de la (poca) palabra de un impresentable como yo. Lo mismo digo de Javier Marías y, aunque llevo un tiempo desintoxicado, sé que volveré a caer...

(Vuelves, tan inesperadamente siempre vuelves canta Rozalén sobre los amores tóxicos).

Escrita hace un año · 0 votos · @arspr le ha puesto un 8 ·

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