Yanagihara al cuadrado por arspr

Portada de AL PARAÍSO

Tochaco finalizado y con de nuevo muy buenas sensaciones pero reconozco que posiblemente muy personales y no extrapolables a todo el mundo. De hecho, y tirando más de razón que de corazón, he bajado su nota de un 8 a un 7, (y quizás debería ser hasta un 6).

Este tochaco es de nuevo una novela muy ambiciosa. Tan ambiciosa que realmente son tres novelas totalmente independientes encuadernadas juntas. Porque nos narran tres historias absolutamente independientes en tres momentos temporales e incluso en tres universos diferentes: una a finales del siglo XIX en unos alternativos Estados Unidos, otro a finales del s. XX en un Manhattan mucho más reconocible y otro a finales del s. XXI en una distopía infernal en esa misma ubicación. Sí, historias independientes pero sutil y no tan sutilmente relacionadas: porque los nombres de los personajes son los mismos, (¿y no serán en realidad los mismos personajes por muy distintos que aparentemente sean?), porque ciertos hechos secundarios las cosen y porque al final la carga emocional es absolutamente similar. Es una continuación de unos sobre otros con historias que siempre acaba con una huida hacia adelante, hacia el paraíso del título, aunque ese paraíso sea un verdadero salto al vacío con una más que posible y probable certeza de que la piscina está vacía y llena de lanzas afiladas (que los propios personajes saben de cabo a rabo).

Y de nuevo vuelve a ser un típico libro de Yanagihara para lo bueno y para lo malo. Es más, es un libro AUMENTADO en todos sus matices sobre el anterior. Es decir que si os echan para atrás los culebrones, ni entréis. Gran parte de su potencia es una carga emocional que a poco que rasques te darás cuenta que es hasta sobredimensionada. Pero, como decía en la reseña de "Tan poca vida", esta es la grandeza de esta autora al menos para mí, cómo el viaje emocional de cada uno de los personajes es total y absolutamente creíble y cómo en realidad muchas veces, es más las más de las veces, lo que nos amarga, lo que nos duele, son las cotidianeidades de nuestra fricción con los que nos rodean e importan. Rescato de aquella reseña el "quien bien te quiere te hará sufrir", … y por verdaderas nimiedades, (o no), apostilla la autora. A mí esta parte y la sorprendente facilidad de escritura que tiene la autora me bastan y me sobran para tragarme la novela de arriba abajo, de manera además bastante contradictoria, (y por ello interesante), con lo que a priori serían mis gustos tipo.

Pero también insisto en lo malo, porque aunque yo lo soslayo puede que otros no lo vean así. De nuevo aquí hay sobredosis de homosexuales sin venir a cuento, de nuevo hay mil páginas que se podían resumir a la mitad sin demasiado esfuerzo, de nuevo es culebrón culebrón, de nuevo es Yanagihara al cuadrado. Además aquí esa fijación se traslada incluso a la ambientación de las novelas y hasta a su componente sci-fi o de historia alternativa sin, creo, demasiado éxito. Al menos a mí, y sobre todo en el primer libro, el del S.XIX, esos Estados Libres me resultan no solo increíbles sino además muestra de contradicción por centrarse en género y orientación sexual, y no en raza, pasando muy muy muy por encima, y de forma harto dudosa, sobre el racismo inherente a los tiempos. Intentas hacer una alegoría sobre un tema y machacas otro. E igualmente la distopía del S.XXI, mucho más lograda y tangible en general, se queda corta en el personaje central de Charles porque no acaba de cuadrar bien su transición de "todo lo necesario aunque sea aborrecible" a dudar de dicho punto de partida. Es más, es que a lo peor tiene razón como la propia novela desarrolla, y por tanto es poco creíble la supervivencia de ese supuesto oasis de libertades de Nueva Bretaña, cuando llevas toda la novela dando argumentos en la línea de por qué China ha gestionado mejor la pandemia que Europa. Es triste pero es así, lo que es bueno para unas cosas puede no serlo, ni de lejos, para otras por mucho que nos joda reconocerlo.

Pero para mí han sido meras tonterías porque reconozco que estaba literalmente enganchado a cada una de las lágrimas y (pocas) alegrías de los personajes, incluso de la pobre y destrozada Charlie.

Escrita hace 2 años · 0 votos · @arspr le ha puesto un 7 ·

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