No acaba de funcionar mi relación con la autora por arspr

Portada de ORIX Y CRAKE

No, poco a poco me estoy desencantando de esta autora (si es que alguna vez estuve enanchado). Comencé, (y como cuento en su reseña), sin tener ni idea ni de serie ni de nada de nada con "El cuento de la criada" que me dejó directamente fulminado a las primeras de cambio. Pero eso es lo malo: "a las primeras de cambio". Como ya se entrevé en esa reseña, y aunque la voté con un 9, poco a poco se empieza a caer en terrenos comunes.

Y después leí "El Asesino Ciego" y es claramente una novelilla del montón e incluso tramposa en parte de su arquitectura. Total que dejé a Margaret en pausa, a ver si el barbecho le sentaba bien, hasta que me he decidido a meterme con otro de sus clásicos: el presente libro.

Y no, no he conseguido levantar el vuelo. No me malinterpretéis, no es que esta novela sea mala ni mucho menos. Es que es simplemente muy previsible. Y de nuevo no es que sea previsible porque da lo mismo, sus fortalezas y objetivo son otros que el mero suspense, (por ejemplo me viene a la cabeza mi anterior "El secreto" de Donna Tartt), sino porque tampoco tiene para más. Básicamente, y salvo en algún detalle de giro de tuerca en las relaciones interpersonales de los protagonistas Jimmy, Crake y Oryx, que en realidad ni siquiera aquí es el libro tan tan tan original, es que no deja de ser otra novela donde por mera sobreexplotación, por mero cáncer, (o puede que hasta por mera ley natural básica: todos los seres vivos se multiplican hasta su límite de recursos disponibles), el hombre se está literalmente cargando el planeta, agotándolo hasta el extremo último en que resulta que, aunque en este caso el holocausto es forzado y artificial, pero bien podría haber sido natural, el que acaba exterminado es él mismo... (Que vamos, ni tirando todas nuestras bombas atómicas, tenemos la capacidad de destrucción del cebollazo que se cargó a los dinosaurios. Y mira tú, la Tierra tan pichi en cualquiera de los casos. Y a lo mejor gracias a ello, no-sé-cuántos millones de años después, pues en vez de haber habido Tyrannosaurus Rex Sapiens, hay este Mono/Homo Sapiens, que a la postre viene a ser lo mismo pero sin escamas).

Es que no me parece que haya nada demasiado original. Hasta el maldito virus de turno está ya visto en mil planteamientos similares. Y, como decía, el libro tampoco tiene demasiado más que ofrecer. Todo el desarrollo de personajes, de situaciones, me ha parecido muy común, normalito y trillado. Correcto sí, pero tampoco sorprendente.

Lo único que realmente me ha acongojado un poco ha sido la parte dedicada a la infancia de Oryx. Porque, como en "El cuento de la criada", consigue descolocarte con unas cuantas verdades y sabiduría salvaje de quién no tiene nada y además está pisoteado y abusado. Buena reflexión para leer cuando nos cabreemos con cualquiera de nuestras "injusticias" de primer mundo. Pero al final es demasiado poco bagaje para cubrir toda la novela.

Escrita hace 3 años · 5 puntos con 2 votos · @arspr le ha puesto un 6 ·

Comentarios

@Tharl hace 2 años

Yo abondoné la serie de 'El cuento de la criada' al cuarto capítulo. Demasiado morbosa, recreándose en miedos y fantasmas de temática feminista sin ninguna sensibilidad, como si buscara el terror y llevar al espectador a correr tras cada capítulo a twitter a escribir "qué fuerte lo que ha pasado... que malos somos los humanos... que....".

En ningun momento he dudado de que Atwood no es exactamente así, seguro que prefiere explorar con mucha más sensibilidad los efecctos subjetivos que producen sus distopías. A lo mejor me lo puedes confirmar. Igualmente, la dejé de considerar una lectura pendiente después de que varios conocidos a los que aprecio me dijeran que bueno, que la pobre Atwood está bien, pero que sigue sin ser gran cosa.

@arspr hace 2 años

Uff, otro síntoma de mi desapego con la escritora es que de El Cuento... votado con un 9 tampoco me acuerdo de demasiado detalle. Simplemente lo que comentaba de cómo Offred, estando pisoteada, sigue haciendo su vida intentando ser tan feliz o infeliz como cualquiera. Exactamente igual que Orix en un contexto diferente (o quizás tampoco tan diferente... son ambas esclavas sexuales a la postre).

Pero no recuerdo especialmente un tufo feminazi (en el sentido tan actual de pasarse de rosca tres pueblos con un supuesto y admirado feminismo que en realidad es absurdo e histriónico por su extremo... vamos que se vuelve equivalente al machismo pero con colores contrarios), ni regodeo en el sensacionalismo. Pero, eso sí, las cosas claras y el chocolate espeso y, como tal, la mierda humana apesta y mancha como mierda que es.

No, el problema que tengo con ella es que, como muchas veces digo de los escritores de ci-fi, frecuentemente su pluma, estilográfica o teclado, no está a la altura de su portentosa imaginación de esos mundos y situaciones a la vez tan "irreales" pero tan metafóricas y descriptivas sin más de nuestro mundo y sociedad.

Y es lo que ha pasado sobre todo aquí y quizás en la segunda mitad de "El cuento...". Que la novela en sí, como novela pura y dura, pues que no me convence demasiado. Que, como te han dicho, "sigue sin ser gran cosa".

@Tharl hace 2 años

Cuando comentaba los motivos por los que dejé la serie no me refería a nada de "feminazi", sea lo que sea eso y si acaso el insulto tiene algún sentido, sino a algo que sucede mucho en las series de prestigio de HBO y en general del cine contemporáneo (en España sucede con Sorogoyen): que la serie se regodea en la victimización y el shock sin preocuparse realmente por el supuesto conflicto moral o político que dice retratar. No hay matices porque lo importante es trasladar una sensación subjetiva y supuestamente problemática al espectador para ponerle en un lugar en el que no tiene fácil una toma de posición, por equidistante o porque todo lo humano es repugnante o por lo que sea.

Pero como te digo, es algo que me parece muy generalizado en el audiovisual y en particular en HBO, así que no dudo que es cosa de la adaptación. Pero es suficiente para que Atwood me de pereza. Y luego, lo que dices, que tener una imaginación profética o inquietante no te convierte en una buena escritora.

@arspr hace 2 años

Bueno, eso un poco sí es así en la novela también. Es decir, lo importante, y no se esconde para nada, es el retrato de Offred. Antes que el retrato completo de la sociedad. No es un libro en que el personaje principal es una "excusa" para desarrollar el fondo. No es por tanto un libro "político", sino "de personaje". Pero eso para mí no es malo. Es más, hasta me gusta más, porque no quita para que el "decorado" político y social también esté presente y además correctamente introducido (ya decía que para mi gusto incluso mejor que la Oceanía de 1984).