Los idus, en tiempos romanos, eran los días de buenos augurios. Estos eran el día 15 de los meses de marzo, mayo, julio y octubre y el día 13 del resto de los meses. Es de entender que los senadores eligieron este día del año 44 a. C. para que la diosa Fortuna estuviera de su parte, y según el resultado así fue.
Manfredi intentar innovar haciendo una novela con el resultado y conocidísimo final que tuvo Julio César. Para ello ficciona dos historias con una crónica de las cuarenta y ocho horas previas a su muerte. Una de ellas, y principal, es la conjura senatorial que todos conocemos por los libros de historia y películas. La segunda es una cabalgado a lo largo media Italia, que imagino que el autor la crea para darle dinamismo y un toque de aventura, para intentar anular la conspiración. A mi modo de ver el autor no consigue su objetivo, entre otras cosas y principal, porque se sabe de antemano el final y eso le quita todo el morbo y suspense que pudiera tener.
A pesar de lo comentado anteriormente, Manfredi vuelve a deleitarnos con el conocimiento del mundo romano y con su estilo sencillo y eficaz.
Luces y sombras.
Escrita hace 3 años · 0 votos · @Lorizar_ le ha puesto un 6 ·