PARADOJAS DE LA VIDA por EKELEDUDU
Detrás de cualquier movimiento o fenómeno social hay una larga historia muy enigmática para quien la ignora y a menudo sorprendente e irónica para quien llega a saberla. Así tenemos por ejemplo que el cristianismo, tan perseguido en sus inicios, en algún momento invirtió su rol y pasó a ser un perseguidor implacable y cruel de creencias opuestas a la suya; y la policía, creada para combatir la delincuencia, termina siendo a veces parte de la propia delincuencia. Podríamos seguir horas y horas, pero mejor detengámonos en los skinheads que son, en definitiva, los que nos ocupan. Casi cualquiera que tenga algún conocimiento superficial de ellos los describirá como una tribu urbana fanáticamente racista, homófoba y patriotera con un aspecto casi sectario. Sin embargo, la sociedad sataniza con frecuencia lo que no encaja en sus parámetros, como lo hizo por ejemplo con los metaleros y los punks, asociados a la violencia por su fuerte impacto visual y, quizás, a partir de la acción de unos pocos individuos de la que derivan generalizaciones injustas. Ahí uno empieza a preguntarse cuánto hay de verdad tras la leyenda negra de los skinheads, y éste libro, entre otros, viene muy bien para esclarecer el asunto. Para el desinformado, resulta paradójico enterarse de que la historia del movimiento skinhead, tan asociado al racismo, debe mucho a los jamaiquinos emigrados al Reino Unido. Tras algunos prolegómenos en los que, entre otras cosas, se define qué debe entenderse por fascismo -y por antifascismo en consecuencia- el autor arranca, entonces, con la historia de Jamaica y de la sociedad jamaiquina, que es una historia de rebeldía contra el colonialismo y la supremacía blanca. Continúa con la emigración jamaiquina al Reino Unido, que influyó culturalmente en la juventud proletaria local en aspectos como música e imagen. De este caldo de cultivo surgirían los skinheads. Era la época de la Guerra Fría. Inevitablemente, un ala del movimiento simpatizó con las ideas de izquierda y se opuso rabiosamente al neofascismo de los años '70, pero cuando partidos de extrema derecha lograron seducir a otra ala, un gran abismo ideológico separó a ambas. facciones.
Ahora bien, la rebeldía no cambia el mundo, pero en ocasiones pone su granito de arena para hacerlo de un modo positivo (remitirse si no a PIRATAS DE LA LIBERTAD, de Roger Faligot, que describe la tenaz resistencia de muchachos y muchachas al régimen de Hitler). Sin embargo, la rebeldía por causas que no tienen pies ni cabeza es estupidez a la enésima potencia. Este tipo de rebeldes son los terraplanistas y los covidiotas, por citar sólo un par de ejemplos. Y yo no sé qué habrán pensado los skinheads que en el Reino Unido abrazaron el neofascismo, pero cuando más tarde se nos habla de la llegada del movimiento a la Argentina, se reproducen declaraciones de sus pares vernáculos, y éstas son tiradísimas de los pelos. La que me viene a la mente ahora es una perla de Sergito, de la banda skin Comando Suicida, y tiene que ver con el apartheid que por aquel entonces aún estaba vigente en Sudáfrica. Da la impresión de que aquellos muchachos simplemente querían rebelarse contra algo y como aquel entonces en Argentina soplaban vientos de libertad tras muchos años de dictadura militar, ellos iban en contra (cosa que paradójicamente eran libres de hacer precisamente por aquel feliz retorno a la democracia). Pero, como en el caso del Reino Unido, no todos los skins locales compartían o comparten esa mentalidad, y quienes sí lo hacían o lo hacen simplemente estaban desviados del movimiento original.
Todo lo que digo es, por supuesto, una simple síntesis que no hace justicia a este libro, que abreva lo mismo en fuentes de primera mano (entrevistas, fanzines locales e internacionales, letras de canciones, etc.) como en otras secundarias, que incluyen documentales y una respetable literatura que me ha inspirado deseos de consultar. Para quienes se interesen por tribus urbanas y movimientos sociales, no hay duda de que este libro será una verdadera joyita.
Escrita hace 3 años · 0 votos · @EKELEDUDU le ha puesto un 10 ·
