Irreal (y quizá por ello peligroso) por arspr

Portada de LAS VENTAJAS DE SER UN MARGINADO

No sé, o yo soy una seta gris o todo este libro me ha parecido más ciencia ficción y fantasía que Star Wars y Harry Potter juntos y revueltos.

No es que eso vaya per sé contra el libro, (los libros no tienen por qué ceñirse a la realidad), pero sí lamina, e incluso perjudica, su potencial y nada disimulado objetivo como libro "Coming of age" a recomendar a nadie. Y más cuando la recomendación a ese nadie no se basa en "léete este libro que ya verás lo bien que te lo pasas, la buena literatura que tiene, la fascinante descripción social que hace, el miedo que da, o lo que sea", sino "léete este libro con el que entenderás muchas de las cosas que te están pasando o al menos verás que no eres el único al que le pasan sin entenderlas". Y precisamente ahí, y más que nunca ahí, empezar con pajas mentales chorras vestidas de realidad me parece muy peligroso.

Ya digo, a lo mejor soy yo el seta gris que nunca tuvo juventud y he tenido una suerte galáctica en cuanto a familia pero hombre que el 90% de los personajes diversos o han sido abusados sexualmente, o han crecido en familias con un maltratador, o tienen medio autismo o todo junto y sumado a la vez, me parece un tanto excesivo. Y es que este exceso se traslada hasta la trama de manera harto extraña e incluso me atrevería a decir que peligrosa.

Porque en un momento la hermana del protagonista se lleva un bofetón de su novio, (defendidamente expuesto como hecho puntual merecido, que el "maltratado" hasta era él con los abusos constantes de ella), y dado el historial de maltrato familiar se saca el tema de madre, de padre y de abuelos incluidos. Pero a la vez el protagonista le ha zurrado pero bien a un compañero de clase (igualmente merecido, que conste) y esto en cambio es "normal"...

E igualmente todos los adolescentes que aparecen, aunque son hiperresponsables a la postre, (lo cual va a ser que no en la realidad por el simple hecho de la edad, ¿o es que el autor no se acuerda de cuando la tenía?; lo natural a los 17 es que la COVID te la sople a la que te descuides; pues eso), toman drogas, alcohol y tabaco y follan como conejos, pero esto no parece preocuparle a nadie. Es más, se presenta como lo más normal del mundo mundial, (ya digo del peligro de presentar esto como modelo a nadie en una época naturalmente turbulenta). Es más, los padres del protagonista, (los que se preocupan muchísimo de la susodicha bofetada), ni se enteran de toda la mierda que se está metiendo su hijo (porque es que hasta sorprende a su hermana) aunque es medio autista y está hasta en tratamiento psiquiátrico. Vamos lo de oler el aliento a tabaco aunque sea debe ser que es una cosa extrañísima en Estados Unidos.

Además insisto en lo de la irreal hiperresponsabilidad de todos los adolescentes que aparecen, (aunque tengan sus cosas). Es decir, el protagonista con su medio autismo a cuestas resulta que tiene la total y absoluta suerte de encontrarse con un entorno protector brutalmente majo, (aunque se beban hasta el agua de los váteres), cuando en la puta vida real, el problema fundamental es que, antes o después, no sé cuántos tarambanas del instituto le harían la vida imposible y posiblemente sin maldad venenosa a la postre, sino simplemente por ser tontainas adolescentes. (Y si empezase a tomar drogas, no sería tan fácil parar). Vamos que las campañas contra el acoso escolar o contra las drogas/tabaco/alcohol son por algo, digo yo. Y aquí de eso ni rastro (eso sí de pederastas a tutiplén).

Y todo esto al final lastra la novela y al interesantísimo personaje central. Porque, aunque ya estemos todos (o al menos yo) un punto hartos de los Forrest Gump de turno como herramientas narrativas para generar narradores no confiables, ese autismo particular que sufre es una fenomenal excusa para que se ponga a reflexionar transparentemente sobre mil y una pajas mentales que nos hacemos todos y, especialmente, aquí sí que sí, un quinceañero cualquiera. Pero claro, luego normalizas alrededor unas situaciones extremas rarísimas, (tanto para lo bueno como para lo malo), que, todas juntas y sumadas, no tienen ni pies ni cabeza.

Escrita hace 3 años · 5 puntos con 1 voto · @arspr le ha puesto un 6 ·

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