No sé si alguien se acuerda de unos tomos encuadernados en negro, de hace mil años, titulados “Círculo del Crimen”, donde venían recopiladas novelas clásicas de temática misterio, suspense, policial, y además estaban acompañadas de ilustraciones rollo cómic. Es en una de estas donde di con la obra que traigo hoy y que me llamó la atención.
Decir que es una historia aparentemente sencilla, fue publicada a principios de los 60 y tuvo un éxito tremendo (merecido), de hecho fue adaptada al cine muy poco tiempo después… y es que es súper peliculera, dando muy buen resultado también como lectura.
Estamos en Nochebuena, en París, nuestro protagonista acaba de salir de la cárcel y vaga un poco sin rumbo por la ciudad, tranquilo y mientras piensa en sus cosas y en que tiene que ir a su apartamento, ahora vacío tras la muerte de su madre; sin embargo no lleva especial prisa.
Decide entrar a un restaurante, donde conoce a una mujer que está con una niña pequeña. Por supuesto, es una mujer súper atractiva y blablabla. El caso es que acaba acompañándolas a su casa… un piso sobre una vieja imprenta, al que hay que acceder por un montacargas de regular funcionamiento.
Y aquí empiezan los giritos.
Me gusta porque la narración va avanzando poco a poco, sin prisa pero sin pausa, que se dice, y vamos viviendo los acontecimientos a la vez que nuestro protagonista, por lo que es fácil que te pillen de sorpresa ciertos hechos, muy bien elucubrados y que en alguna ocasión aparecen de manera tan inesperada como un bofetón que no ves venir. Y es brutal.
Es una novela que leí del tirón, es bastante cortita, pero como digo resulta súper fluida y agradable, engancha sin darte cuenta y cuando llegas al centro de la espiral, no puedes más que llegar al final.
No me esperaba en absoluto ese desenlace, ni tampoco esperaba que me gustara tanto; no es una historia con altibajos, pero sí tiene escenas de tensión bastante majas.
Si tenéis oportunidad, echarle un ojo, no defrauda
Escrita hace 3 años · 0 votos · @Shorby le ha puesto un 7 ·