SORPRENDENTES PERVESIONES por arspr

Portada de LA DAMA NÚMERO TRECE

Desde luego si algo tiene José Carlos Somoza es imaginación. Imaginación por toneladas, por hectómetros cúbicos, por galaxias enteras. Además un tipo de imaginación muy peculiar, casi casi de enfermo sádico y perturbado donde todo se basa en darle la vuelta a nuestras cuestiones mundanas del día a día.

Salvando Croatoan (que me pareció un poco tostón y donde precisamente NO se basa en esas pequeñas cosas comunes pero retorcidas hasta el extremo) y mi indescriptible relación con "Silencio de Blanca" (pero que quizá fue por motivos ajenos al propio autor), los libros de José Carlos Somoza siempre son sobresalientes en la neutralidad de la lectura media. Siempre sabes que hay una vuelta de tuerca sorprendente a cuestiones cotidianas que te podrá gustar más o menos pero que vas a recordar sí o sí. Y no las voy a mencionar por no hacer spoiler, (ni de este ni de "Clara y la penumbra", "La caverna de las ideas", "Dafne desvanecida" o "La llave del abismo"). Reconozco que soy especialmente parcial cuando además tienen un componente literario, (y ya estoy diciendo demasiado), como es el caso.

Solventado esto, he de decir que además en este caso ha sido posiblemente uno de los que más me he identificado con los personajes dentro de los libros de este autor, y donde la historia está más cerrada. Y al final es más mundana y común que lo que podría presuponerse (y donde además esto se remarca a medio libro sin que por ello pierda interés).

En el debe, como siempre un poco el estilo. Ya he dicho que hay algo raro y plano en la escritura de José Carlos. En este caso además ese estilo anodino choca frontalmente con el empleo de palabras "hipercultas" de vez en cuando que parecen un pegote fenomenal (esa hendija en vez de rendija es para nota máxima). Y también algún lugar común como Shakespeare como cumbre de algo que no quiero desvelar, porque claro, como ya dije de manera similar en otra reseña, las coplillas de La Trinca no quedarían bien...

Ya digo, como casi siempre con este autor un libro francamente recomendable. Y al respecto del "terror", sí, preparaos para unas cuantas escenas MUY impactantes. De hecho en pantalla grande podrían ser verdaderamente tremendas. Aunque eso sí, es miedo de "mentirijillas", de "palomitas", de "terror" como género cliché, antes que por temática social o psicológica. (Vamos que mi reciente "La Carretera" acojona más precisamente por NO ser de terror).

Escrita hace 4 años · 0 votos · @arspr le ha puesto un 8 ·

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