UN MUNDO FELIZ por Shorby

Portada de UN MUNDO FELIZ

Cláaaaasico de los que todo el mundo debe leer, independientemente del género que suela catar de normal.
Además, es de los que tiene algo que me encanta, y es que hace pensar al lector. Mucho.

Estamos, como reza el título, en Londres, en un futuro donde la Tierra ha sido destruida y los líderes que han quedado han decidido crear un mundo sin los defectos del anterior, un mundo feliz de la muerte, donde todo está estipulado de determinada forma, según clase social, edad, sexo y ocupación; dándonos diversos tabúes que escandalizan a más de uno en esta sociedad tan happyflower, pues términos o conceptos como el amor o la fidelidad no son más que una barbaridad, e incluso el embarazo una soberana estupidez y vejación. ¿Quién quiere gestar un crío cuando puedes esperar a que crezcan por sí solos en su departamento correspondiente? Y mejor: ya con una clase social designada.

En medio de mil y una referencias a la obra de Shakespeare (tan antiquísimo en todo que hasta los más ancianos se llevan las manos a la cabeza son solo mencionarlo), tenemos una obra ejemplar que habla de valores, de cómo se inculcan -o no- los mismos en esta sociedad ejemplar donde puedes tomar una pastillita de “sorna” para relajarte y no comerte la cabeza. Sin embargo, la cabra siempre acaba tirando al monte, pues la conducta humana es tan predecible como que por la mañana amanece y por la tarde se va el sol.

Me ha gustado mucho, tiene escenas impactantes, de las que no se van de la cabeza y dan para debatir largo y tendido, una apuesta que en su tiempo resultó muy arriesgada, pues fue publicada a principios de los años 30.
Se habla de un mundo feliz, hecho literalmente a medida, donde no existe el amor, lo dioses, la familia… y sin embargo hay alguien que tiene la desfachatez de no sentirse pleno: Bernard Marx, un Alfa que ni tomando “soma” alcanza la felicidad. Cosa rara, pues la droga nombrada es infalible.

Una crítica a la sociedad y los valores que, como decía, da mucho que pensar, partiendo de la base de lo increíblemente actual que resulta, aún habiéndose escrito hace tantos años. En este sentido, muy de la línea del 1984 de Orwell.

Imprescindible lectura.

Escrita hace 5 años · 0 votos · @Shorby le ha puesto un 8 ·

Comentarios