EJERCICIO LITERARIO por arspr

Portada de LA CASA VERDE

Bueno pues mi segundo Vargas Llosa ha sido claramente un motivo claro de divorcio con él. Si, como parece, este libro es ejemplo más o menos de su estilo y obra más potente creo que me tendré que bajar del tren apenas iniciado el viaje.

Es claro que cualquier libro es siempre suma de continente y contenido. Es suma (y producto) de aquello que cuenta y de cómo lo cuenta. Y va en gustos valorar más una cosa que en otra, y en general yo soy más de los que se fijan en el contenido que en el envoltorio (ya lo reconocía contradictoriamente en El Obsceno Pájaro de La Noche). Por tanto es claro que esta novela pues como que no es mi tipo (y no lo ha sido por mucho que lo he intentado).

La Casa Verde es una novela compleja por el simple hecho de que Mario lo ha decidido así. Está narrada de manera no lineal y llevando esa no linealidad hasta el extremo de que en ciertos momentos se mezclan conversaciones del presente y el pasado en un mismo pasaje. Es decir, dos personajes por ejemplo están hablando de lo que pasó hace tiempo y en vez de introducir esa potencial conversación pasada, esta se entremezcla como si tal cosa en la narración actual. Y este es solo uno de los múltiples cambios de estilo, capítulos con un párrafo larguísimo y redacción muy alegórica, y otras figuras que pueblan el libro.

Si alguien disfruta con este "sudoku" literario, pues evidentemente se lo pasará bomba y desde luego hay que reconocer que para tener la estructura tan artificialmente enrevesada que tiene, en general no se le ven las costuras. Pero a la postre yo no he conseguido sacudirme durante toda la lectura la venenosa pregunta de "y todo esto, ¿para qué?". Es decir, todo el libro me ha parecido un virtuoso ejercicio literario más que una novela en sí. Sí, me quito el sombrero ante usted, sr. Vargas Llosa, sabe usted escribir como los ángeles, ahora por favor escríbame una novela, no un ejercicio para obtener un 10 en "Arte y Composición Literaria" del taller de escritura xxx.

Y este ha sido mi problema principal con la novela. Mucho "ruido", (por muy armonioso y melódico que sea), para pocas nueces. Además con la impresión que me llevo de que posiblemente sean aún menos nueces de las que realmente haya porque parte de las líneas argumentales se me hayan ofuscado (y no me haya enterado) por la forma narrativa empleada. Es un libro que necesita obligatoriamente una segunda lectura forzosa una vez que más o menos tienes el marco genérico en la cabeza para conseguir entenderlo de veras. Es la primera vez que casi, casi recomiendo al potencial lector futuro de la misma que se lea un resumen argumental del mismo antes de comenzar su lectura para precisamente habilitarle a disfrutar de su "arte" sin tener que estar además pendiente de comprender qué diantres está pasando. Hombre, siempre es lógico que un libro de calado tenga muchos más detalles y matices que los que uno pueda aprehender en una primera vuelta. Pero considero que no es lógico que, para contar una mera narración de vidas paralelas y cruzadas de unos cuantos personajes con sus luces y sombras, pero tampoco con una profundidad sobrecogedora, sea necesario una segunda lectura simplemente por la forma narrativa escogida por el autor. (Aunque posiblemente para otros muchos, esto mismo sea un aspecto positivo y no negativo del libro).

Además, tal es el dominio que el estilo ejerce sobre el contenido que las pequeñas costuras que se le ven, al menos a mí, me han resultado bastante tramposas. Por ejemplo, se evita sistemáticamente el nombre de un determinado sargento cuando TODOS los demás personajes se identifican siempre con él...

E igualmente, me chirrían un poco ciertos aspectos argumentales. Bien puede ser porque, como decía, se hayan tratado pero a mí se me han escapado por la forma en que está narrada la novela. Pero creo más bien que es simplemente porque, como he mencionado antes, hay mucho ruido para pocas nueces y además es que las nueces tampoco es que sean las más sabrosas del mundo. Como algunos ejemplos: el incendio de la primera Casa Verde me parece bastante cogido con pinzas y exactamente igual el "abandono" de don Anselmo que hasta tres páginas antes era el tío más echado para adelante del mundo. E igualmente la "transformación" del sargento innombrado del tío más decente al más bruto. O incluso su encarcelamiento, ¿exactamente qué delito cometió?

No sé, todos estos puntos me refuerzan en mi planteamiento de que es todo un mero "ejercicio literario". Lo que se me cuenta es realmente lo menos importante, la "historieta" de fondo es una mera excusa. La carne en el asador está al 100% en cómo se cuenta. Esto para mí ha sido un claro detrimento, pero eso mismo puede que sea maravilloso para cualquier otro.

Escrita hace 5 años · 5 puntos con 2 votos · @arspr le ha puesto un 6 ·

Comentarios

@Faulkneriano hace 5 años

Uno que disfruta con este sudoku de primera clase... Hombre, no digas que no tiene sustancia narrativa. Entiendo tus razones, pero no las comparto.

@arspr hace 5 años

De verdad, ¿qué sustancia narrativa le encuentras? Por ejemplo, todos los personajes me han resultado planos, idénticos. ¿Hay alguna diferencia entre Lalita y Bonifacia? actúan exactamente igual, son totalmente intercambiables: ventolera inicial, me voy con uno, y aunque me apaleen, hasta que no tengo recambio ahí sigo hasta que surja el recambio...

Ya indicaba que quizá es que los árboles (las florituras) no me han dejado ver el bosque, (la selva en este caso). Pero no sé, personajes tan centrales como don Anselmo, o más secundarios como la Chunga y Julio Reátegui, pululan más que viven, con dos ramalazos de su personalidad y ya. Y, hombre, será que no tenía páginas para desarrollar...

E idem con las relaciones y ¿casualidades? cruzadas que constituyen el núcleo de la historia. De todo corazón, considero que en un tercio de las páginas (o menos) la misma novela, pero menos embrollada, habría cabido más que honrosamente. Porque está clarísimo que aquí lo importante es dicho "embrollo" para lo bueno y para lo malo.

@Faulkneriano hace 5 años

Embrolladas (y parciales y posiblemente falsas) son nuestras percepciones de las cosas así como nuestros recuerdos. Embrolladas son nuestras vidas, que van a parar al mar.

No puedo discutir contigo a fondo de la novela porque la leí hace muchos años. Solo recuerdo la impresión general.