VAGANDO EN (UN FALSO) CARABANCHEL por arspr

Portada de TE QUIERO PORQUE ME DAS DE COMER

Una pena. Este libro es una pena.

Y es una pena por dos motivos por hipérbole y por inexactitud, (aunque ambas se mezclan).

Como bien se encarga de indicar la reseña, este libro, dentro de ser unas aventuras (o desventuras) de un asesino en serie como habrá otros cincuenta mil, intenta ser distinto en su forma de narrar la historia. Aprovechando esa historia, se entremezclan mil pequeñas y grandes historias corales para intentar dar al mismo tiempo una pincelada, una descripción, una ¿crítica? social de ese supuesto barrio o distrito madrileño de Carabanchel. Y el formato escogido está además bastante bien llevado a cabo. Lo que serían párrafos muy, muy cortos, cada uno dedicado a un tema distinto, se convierten en frases, (es decir con su punto final), en un párrafo larguísimo que constituye el capítulo, para acentuar la sensación de simultaneidad de las tramas. Y cada "frase" real dentro del minipárrafo pues se puntúa con dos puntos (:).

Bueno una forma original, que aunque tampoco es que sea la bomba, (el libro podría estar puntuado ortográficamente de manera mucho más convencional y sería exactamente igual), le aporta un cierto aire fresco que siempre es bienvenido.

Además, los saltos continuos de personajes, tramas y subtramas, están perfectamente guiados. David repite sistemáticamente datos rápidos y concretos para que el lector no se pierda, (salvo cuando quiere lógicamente perderle, por ejemplo, quien es el que en un momento determinado está describiendo pisos para venta), ni tenga que cargar con una agenda para consultar constantemente quién era o dejaba de ser Fulanito o Menganito.

Hasta aquí todo correcto y más que correcto. Por lo menos de 7 como poco. Pero el problema comienza precisamente no con el continente, sino con el contenido. En referencia a lo que reseñé en "In the rogue blood", (y no digamos ya al truño de "Las partículas elementales"), parece haber una moda en ser hiperviolento y, (además), hipersexual, para "molar". Pero como con todos los perfumes y especias fuertes, o se usan con arte y moderación, o to' mezclado a tutiplén resultan infumables.

Y esto es lo que creo que pasa aquí. No puede ser que pretendas hacer una especie de descripción social de Carabanchel, de un instituto de bachillerato del barrio, de lo que sea y prácticamente TODA la población sean unos tarados, borrachos, maníacos sexuales, tíos hiperviolentos, (lo que toque). O si lo haces tienes que tener muchíiiisimo arte para hacer colar esa "tarantinada". Para muestra un botón, (y pongo uno hasta naif, por no ser especialmente desagradable): en un momento habla de una madame de puticlú cutre de barrio y acaba diciendo al respecto de sus vecinos: "a veces (cuando sale a pasear) cuenta los hombres con los que no se ha acostado y no le salen más de diez". Y así todo el rato (y más).

Además es que en este contexto las "inexactitudes", (qué demonios, los errores), sientan especialmente mal. O yo me he confundido de país y barrio (soy de Campamento, al lado de Carabanchel), o el 911 jamás se ha empleado en España (¿no será el 091, alma de cántaro?). E igualmente creo que el "Ayuntamiento de Carabanchel" es solo un poco anterior a esta novela. Y si quieres hablar de los orígenes de las "cundas", mezclar un Seat 124, (como coche familiar además), con euros, es decir, a partir del 2002 como poco, roza ya lo cuasi-imposible por muy atractivo que te sea imaginarlo lleno de yonquis. Y máxime si pretendes llevar a esos yonquis al poblado de Jauja, desmantelado en 1999-2000 (lo acabo de consultar en internet). Y de verdad que, en los aspectos "logísticos", me cuesta mucho creer la descripción medieval, (o directamente de campo de concentración de Mauthausen), que se hace de la cárcel de Carabanchel.

Total, que como dije igualmente en "In the Rogue Blood", temo mucho que se trata de un libro muy prescindible...

Escrita hace 5 años · 5 puntos con 2 votos · @arspr le ha puesto un 5 ·

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