“SOBRE TODO NO ACABAR DEMENTE” por Guille

Portada de HOY HUBIERA PREFERIDO NO ENCONTRARME A MI MISMA

Una mujer en un viejo tranvía se dirige a su cita con un agente de seguridad. Allí se someterá a un nuevo interrogatorio por el grave delito que cometió cuando trabajaba en una fábrica de ropa: introducir papelitos en los bolsillos traseros de unos pantalones destinados a la exportación con un mensaje altamente subversivo, “Cásate conmigo”, que iba acompañado de su firma y dirección. Una mujer sin compromiso político explícito ni una elevada educación, una mujer hasta vulgar, incluso antipática, pero con un monólogo interior lírico y evocador, intenso y lleno de imágenes turbadoras, con inusuales frases de una particular y original belleza, con un discurso caótico y fragmentado pero realmente atractivo.

“Humillación es sentirse descalza en todo el cuerpo.”

En este viaje hacia el destino se mezclan dos planos, el presente, con las pequeñas incidencias de la ruta, las relaciones entre los pasajeros, las imágenes vistas a través de la ventanilla del tranvía, y el pasado, que vuelve en una serie de flashbacks desordenados para contarnos su vida hasta ese preciso momento, un momento crucial en el que ella parece haber alcanzado un límite en algún sentido, uno de esos momentos en los que el pasado se impone y obliga a la revisión de lo vivido.

“Desde que estoy citada, separo la vida de la felicidad. Cuando voy al interrogatorio, de entrada tengo que dejar en casa la felicidad. La dejo en la cara de Paul, en torno a sus ojos, a su boca, en los cañones de su barba.”

En la novela, de carácter testimonial, Herta Müller nos muestra con dureza y talento el espanto de un régimen político, el de Ceausescu en Rumanía, en el que los ciudadanos viven vigilantes y vigilados, una inseguridad horrorosa que lo tiñe todo y de la que es imposible escapar ni física ni mentalmente. Esta frase lo resume a la perfección:

“No quisiera pensar en nada, porque no soy nada, excepto alguien citado.”

El miedo, un miedo cotidiano y banal, que todo lo trastoca, que todo lo determina, es capaz de modificar hasta hacerlas irreconocibles e irrespirables cualquier relación -amistad, pareja, familia, vecinos o compañeros de trabajo- siendo un tremendo catalizador de las parcelas de nuestra personalidad más oscuras y vergonzosas.

(sobre la luna) “Me resultaba sospechoso que arriba, en el cielo, hubiera algo hermoso y en la tierra, abajo, no hubiera ninguna ley que prohibiese mirar a lo alto.”

Mientras leía las últimas páginas de la novela iba pensando sobre cómo la autora cerraría la historia, las distintas posibilidades del final del viaje en tranvía, del desenlace de la tan temida cita, y aun así terminé la novela medio nockeado por una resolución que me pareció abierta y en cierta manera enigmática, aunque quizás solo fue porque en realidad no quería saber cuál había sido el final, porque en realidad no quería ese final.

“El buen juicio me bastaba siempre para no herir a otros, pero nunca cuando se trataba de mi propia desdicha.”

Escrita hace 6 años · 5 puntos con 1 voto · @Guille le ha puesto un 9 ·

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