EL MAÑANA QUEDA ANULADO por salakov

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Mucho más fresco que "La insurrección que viene", que acertaba en el diagnóstico pero era un tanto pánfilo en las acciones a tomar, el nuevo texto del Comité Invisible es como un dardo certero a la sociedad actual.

¿Dónde estamos? ¿Cómo de mal estamos? ¿Y qué hacer? Este breve ensayo sociológico está cargado de lucidez y mala leche, intentando responder estas preguntas desde un humanismo anarquista (podríamos decir).

Y como es mejor que leáis el libro a todo lo que yo os pueda contar, aquí os dejo algunas perlas que contiene:


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«Pensar en términos distantes siempre es más cómodo. «Al final», las cosas cambiarán; «al final», los seres serán transfigurados. Mientras tanto, sigamos así, permanezcamos siendo lo que somos. Una mente que piensa en términos de futuro es incapaz de actuar en el presente. No busca la transformación: la evita. El desastre actual es como la acumulación monstruosa de todos los aplazamientos del pasado, a los cuales se añaden en un desmoronamiento permanente los de cada día y los de cada instante. Pero la vida se juega siempre ahora, y ahora, y ahora.»


(...)


«La condición del dominio de los GAFA (Google, Apple, Facebook, Amazon) es que los seres, los lugares, los fragmentos de mundo continúen sin tener contacto real. Allí donde los GAFA pretenden «vincular al mundo entero», lo que hacen por el contrario es trabajar por el aislamiento real de cada uno. Inmovilizar los cuerpos. Mantener a cada uno recluido en su burbuja insignificante. El golpe de fuerza del poder cibernético consiste en procurar a cada uno la sensación de tener acceso al mundo entero cuando en realidad cada vez está más separado de él, de tener cada vez más «amigos» cuando cada vez es más autista.»


(...)


«Ídem para los sindicatos, cuyo objetivo no es manifiestamente la emancipación de los trabajadores, sino más bien la perpetuación de su condición. ¿Qué iban a hacer con sus vidas los burócratas de las centrales si los trabajadores tuvieran la mala idea de liberarse de verdad? Por supuesto, no faltan en toda institución gentes sinceras que creen verdaderamente que están ahí para cumplir con su misión. Pero no es casualidad que sean estos los que ven como sistemáticamente les meten el palo en las ruedas, los que son sistemáticamente apartados, castigados, acosados, condenados enseguida al ostracismo con la complicidad de todos los «realistas» que no abren la boca. A estas víctimas privilegiadas de la institución les cuesta comprender su doble lenguaje y lo que ésta verdaderamente les demanda. Su destino es ser tratados como aguafiestas, como rebeldes, y asombrarse eternamente por ello».


(...)


«Es no comprender en absoluto el carácter político de la economía, no ver de que lo que se trata en el trabajo es menos de producir mercancías que de producir trabajadores; esto es, una determinada relación con uno mismo, con el mundo y con los otros.»


(...)


«Hay que organizarse. Organizarse verdaderamente nunca ha querido ser otra cosa que amarse.»

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Escrita hace 6 años · 4 puntos con 1 voto · @salakov le ha puesto un 8 ·

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