INJUSTO OLVIDO por Guille

Portada de EL HALCÓN PEREGRINO

Es verdaderamente sorprendente lo desconocidos que son novela y autor. “El halcón peregrino” es una magnífica novela, una novela que, como Sontag en su ensayo “Cuestión de énfasis” o Michael Cunningham en el prólogo que acompaña a la obra en la edición que he tenido la suerte de leer, relacionan o equiparan con obras tales como “El buen soldado”, “Los papeles de Aspern” o “El gran Gatsby”. A mí me recordó muchísimo a la obra de Fitzgerald, por su estilo, por el tipo y la complejidad de los personajes, porque en ambas se elige la primera persona y el punto de vista de un espectador más o menos neutral a los hechos escandalosos que comparte con sus lectores.

Entonces, ¿cuál es la razón de tan injusto olvido? Cunningham apunta varias razones: la escasa obra del autor, el carácter más europeo que americano de la novela y un título realmente poco atractivo (quizás el “El gran Gatsby” hubiera corrido la misma suerte caso de llegar a titularse como tenía previsto el autor: “El enamorado ambicioso”).

La novela es elegante y sutil, corta en páginas pero densa en contenido, llena de reflexiones fascinantes y provocadoras, una mirada melancólica y reflexiva de un ya maduro Alwyn Tower (protagonista de una novela anterior del autor, “Las abuelas”) a un significativo hecho de su pasado que se convierte en un lamento sobrio y contenido por una vida malgastada.

Como toda narración en primera persona, lo dicho es una visión subjetiva, quizás reconstruida, quizás reinterpretada, del suceso en verdad acaecido del que además solo se tiene, claro está, una perspectiva parcial. Tan importante es lo que se dice como lo que se calla y tan o más interesantes que las acciones de los personajes protagonistas del suceso son las reflexiones y conclusiones del que las cuenta y lo que de él nos dicen ambas.

Llegados a este punto, más de uno podrá preguntarse que dónde queda el halcón. Este animal es la extravagante mascota de uno de los personajes, uno de los desencadenantes del drama, la columna vertebral de las reflexiones del autor sobre el amor, el matrimonio, el compromiso y la libertad,...

“¿Cuánta libertad constituye un estímulo para el hombre, y cuánta empieza a ser un desperdicio, una locura?”

... y, sobre todo, un gran símbolo.

“Solo un halcón como individuo es esclavo; la especie es libre… Entonces sucede al revés que en la especie humana… solo el individuo puede aspirar a liberarse a sí mismo.”

Escrita hace 6 años · 4.7 puntos con 3 votos · @Guille le ha puesto un 8 ·

Comentarios

@Faulkneriano hace 6 años

Pues debe leerse en una tarde. Gracias por el soplo, Guille. Ni idea de este escritor.

También pinta bien Las abuelas. Desde luego, Wescott escribió bien poco.

@Guille hace 6 años

De nada, Faulkneriano, a mí me pasaba igual hasta no hace mucho.

Ya tengo Las abuelas en mi lista de deseos. Lo que está claro es que poniendo títulos el tío era un hacha.