"Todos estamos en el barro, pero algunos miramos a las estrellas", nos dijo Wilde; y así, Heathcliff pone sus ojos en Katherine y empieza una de las historias de amor más formidables y tenebrosas de la literatura, extendiéndose a lo largo de tres generaciones y con el final más extraño y espantoso. Porque el amor no tiene limites.
Me resulta estupendo que la haya escrito una mujer y más de la época que lo hizo.
Escrita hace 13 años · 3 puntos con 1 voto · @Kementari le ha puesto un 8 ·