TARTUFO por Shorby

Portada de TARTUFO O EL IMPOSTOR

También conocida como “Tartufo o el impostor”. Hoy, traigo esta obra estrenada en 1664, todo un clásico.

Esta es de esas obras que siempre oyes hablar y nunca te decides a catar… hasta que un día, en mi super librería habitual, la encontré en la estantería. Y se vino a casa por un módico precio.
Se trata de una comedia escrita en verso, cuyas páginas nos cuentan la historia y nos dejan una crítica a la hipocresía de la época y a sus falsos devotos, a lo largo de cinco actos.

Una obra de teatro para reflexionar sobre los valores, la zalamería de la época –que no queda tan atrás y tan antigua como pueda parecer-.
Tenemos a Orgón, un hombre ingenuo donde los haya; y tenemos a Tartufo, astuto y fariseo a partes iguales, una persona realmente influyente en todos los aspectos.
A Tartufo le tiene calado todo el mundo… salvo algunos como Orgón (más inocente que el asa de un cubo) y la madre de éste, de los que no duda en aprovecharse. Mientras intenta casarse con Mariana (hija de Orgón), se permite tirar la caña por otro lado a Elmira (la mujer del mismo)… y la que cuele, coló.

Se dan, por tanto, situaciones de todo tipo, primando las cómicas, donde tenemos una lectura entretenida y diferente, que me ha gustado mucho y sin embargo, no puedo evitar pensar que me he dejado “algo”. Eso sí, no dudo en recomendar este clásico, aunque no guste el teatro.

Durante su lectura y tras acabarla, no dejaba de pensar en Molière, su autor; ¡este tío era realmente avanzado para la época! Su forma de expresarse, su humor, sus toques socarrones, sus dobles sentidos… sobretodo teniendo en cuenta cuándo fue escrita y estrenada la obra, en plena regencia del Rey Sol.
Ni que decir tiene que la obra fue prohibida en su día, tras un estreno inconcluso, y no fue hasta años después, cuando por fin le dieron permiso para hacerlo de nuevo.

Como decía al principio, todo un clásico… al que creo que no he sabido sacar todo el jugo.

La obra ha sido adaptada infinidad de veces en teatro, como es de esperar (por cierto, me encantaría ver alguna representación, que me han hablado fenomenal de ellas).
… y como es de esperar, también, traigo adaptaciones a la gran pantalla:
1926, Tartufo, de F. W. Murnau; bastante pasable.
1984, Tartufo, de Gerard Depardieu; no soy muy de remakes, pero me encanta este hombre.

1978, Molière, de Ariane Mnouchkine; este es un biopic que me gustó mucho y me pareció bastante interesante.

Escrita hace 9 años · 4.3 puntos con 3 votos · @Shorby le ha puesto un 6 ·

Comentarios

@Faulkneriano hace 9 años

La versión de Murnau es, como dices, bastante pasable... ¡para ser muda!

Y tienes razón: la película de Mnouchkine es excelente. El problema es que la vi en el cineclub a pocos años de su estreno y no me acuerdo de mucho. Me impresionó, eso sí, su muerte en escena, con la sangre manchando su impoluta camisa blanca.