QUÉ OS VOY A CONTAR… por Guille

Portada de LEJOS DE TOLEDO

…, no es una historia original. Chico conoce una novela, a chico le gusta la novela, se ilusiona, le llama la atención su ternura, su inquietante serenidad, la constante sensación de fracaso, de una doble pérdida, personal y colectiva, que hasta ahora solo se presiente. Sus ojos se pasean por las palabras sin obstáculos que salvar, sin cuestas, sin escaleras que entorpezcan el camino por esas callejuelas del barrio antiguo de Plóvdiv; disfruta de esa literatura del instante, del amor por el detalle, que, por nimio que sea, puede llegar a atravesarte el alma en un segundo y donde no faltan unas gotitas de realismo mágico, herencia, sin duda, de unos genes sefardíes.

Pero, de pronto, la novela le monta una escena en la que la utilización exagerada de los recursos dramáticos dan lugar a un suceso que se pasa de lacrimógeno, seguido, al poco tiempo, de un comentario típico, tópico y gratuito. Algo ha pasado. El chico no deja la novela, no es tan veleta, dos tropezones no pueden justificar un abandono, pero, sin que el chico se de cuenta, algo se ha roto, la magia ha desaparecido, todo lo que venga a continuación será medido por otros baremos y lo ocurrido hasta ahora toma otro color donde resaltan demasiados lugares comunes.

Y claro, vienen cosas como "todo fenómeno tiene su lado oculto. A menudo es invisible, pero existe, como el lado oculto de la luna" o "los ojos son ventanas abiertas al alma", frases en las que se hace especial hincapié, repetidas varias veces, como verdades nunca dichas, pecadillos que posiblemente antes hubiera pasado por alto, que incluso es posible que pasara por alto, pero que ahora al chico le provocan un mal gesto que le es imposible evitar. Y es que todos estos lugares comunes le dejan una sensación de artificiosidad, de un efectismo al que se le ve demasiado la tramoya que lo sustenta. Y ya no hay vuelta atrás, todo se rompe en pedazos. "El alma humana está sellada con un cerrojo complicado, y para los cerrojos complicados, Dios no dio llaves simples". No sé qué falló si el cerrojo o la llave, pero la puerta se cerró y ya no hubo dios que la pudiera abrir... y sí, también esa frase es del libro. En fin…

Escrita hace 9 años · 0 votos · @Guille le ha puesto un 5 ·

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