MUJERES, SENCILLEZ, DETALLES, SILENCIOS, GIROS por Guille

Portada de ODIO, AMISTAD, NOVIAZGO, AMOR, MATRIMONIO

“En la vida tienes unos cuantos sitios, o quizá uno solo, donde ocurrió algo; y después están todos los demás sitios.”

Caí postrado ante esta señora cuando leí su libro Secretos a voces. Eliminado el factor pasmo y recuperada la compostura (dentro de lo que cabe), este nuevo (para mí) libro de relatos de Munro ha confirmado mi admiración por ella y la voluntad inquebrantable de seguir pasando temporadas memorables a su lado (ya tengo otros tres libros pendientes; mi bolsillo agradece a RBA la oferta que lanzó con sus obras).

No sé qué contiene la prosa de esta mujer que consigue que disfrute incluso con aquellos relatos con los que no llego a conectar, aquellos que me son menos sugerentes, circunstancias que se han producido más en este conjunto de relatos que en aquel otro que leí. Seguro que tiene algo que ver, con el disfrute, digo, el hecho de que Munro sea gran literatura, intensa, de una sencillez y concisión ricamente complicada y completa, obsesiva con los detalles y los gestos y enorme con los silencios.

Los silencios son una constante en sus relatos. Munro gusta de involucrar al lector, de pedir su complicidad y contribución a la marcha y desenlace de los relatos en los que no es raro encontrar frases enigmáticas y sugerentes de caminos diversos, de giros inesperados que nos desarman e impelen a reconstrucciones de lo leído. También están esos elocuentes silencios de los personajes con los que Munro consigue transmitir, por indeterminados, mucho más de lo que toda una sarta de lucubraciones podría conseguir.

La escritora nos invita en cada uno de los relatos a subirnos a la vida de unas mujeres (solo el último de ellos tiene como personaje central a un hombre) en un momento concreto de su vida, como en un tren en marcha, para ir contándonos poco a poco y mezclado con detalles cotidianos de su actual vida todo los porqués que se encuentran dispersos en su pasado y que nos permitirá interpretar su momento actual. También están esos fantásticos personajes secundarios que nos sugieren otras historias posibles esbozadas en apenas dos pinceladas y que sirven como contrapunto a la imagen que nos vamos formando de la protagonista. Mujeres valientes, nada acomodaticias, que se pierden entre su deseo de libertad y las ataduras que conllevan la vida familiar y que el desenlace, sea este el que sea, no está nunca exento de un cierto sentimiento de culpabilidad.

Una delicia haberte conocido, Alice Munro. Nos vemos.

Escrita hace 9 años · 5 puntos con 1 voto · @Guille le ha puesto un 8 ·

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