UN CONJUNTO DE RELATOS INTERESANTES por Guille
Me encanta la edición aniversario que ha publicado Alfabia de este libro, por fin completo, y también me han gustado los cuentos que en ella acompañan a su famosa Sukkwan Island.
Todos giran en torno al mismo tema; todos son fruto de la necesidad de catarsis del autor que nos cuenta con diferentes historias la infelicidad dramática de sus padres -su padre, principalmente- y el impacto que tuvo en su infancia y, por ende, en toda su vida.
Infidelidad, incomprensión, una deficiente capacidad de vivir y el suicidio son temas que se repiten en todos los relatos, y en todos ellos Vann consigue crear ese ambiente extraño que te hace esperar lo peor y envolverte en un ambiente frío y despiadado como el paisaje de la Alaska donde se desarrollan las historias o el de los peces de un acuario.
Por lo que se refiere a Sukkwan Island, el relato central del libro, más bien una novela corta, hay que decir que el suspense de la primera parte está fantásticamente llevado (siempre pensé que la narración iba a tirar por derroteros semejantes al de Jack Torrance en El Resplandor; me equivoqué) y el final te deja bastante parado: es de esos que te obligan a releer los párrafos finales por si te has saltado algo, alguna clave que pueda justificarlo.
De hecho, si hay que buscarle una pega al relato es que ese final es descaradamente efectista; todo hubiera podido desarrollarse de la misma manera con otras formas más naturales del desenlace. Y para nada me convence la explicación que se da a sí mismo Jim, ese inmaduro que envuelve a su hijo en una disparatada carrera hacia delante, acerca de que
(Mucho cuidado con leer lo que pongo a continuación a quién no hayáis leído el relato)
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su hijo solo intentaba salvarle de su propio suicidio. La explicación que a mí me podría cuadrar es que simplemente fue un accidente: el chaval intenta acercarse a su padre, ver lo que se siente en esos momentos previos al suicidio; desmonta el percutor y se lleva la pistola a la cabeza, no siente nada; monta nuevamente el percutor, vuelve a apuntar a la cabeza y... buuuuuuum, sucede lo que sucede cuando un dedo y un gatillo se encuentran.
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La segunda parte es también intrigante, aunque la altura en la que te sitúa el desenlace de la primera solo te permite ir hacia abajo en la continuación.
En cualquier caso, me parece un conjunto de relatos muy interesantes y recomiendo su lectura.
Escrita hace 9 años · 4 puntos con 1 voto · @Guille le ha puesto un 7 ·
