UN BUEN ÁRBITRO ESTE YATES por Guille

Portada de JÓVENES CORAZONES DESOLADOS

Una crítica que se suele hacer a la obra de Yates es que sus historias se parecen: personajes similares que se enfrentan a parecidos problemas.

Es cierto que en esta obra se pueden encontrar bastantes paralelismos con Vía revolucionaria: un matrimonio no bien avenido, la pretensión de él de dedicarse a la literatura, el gusto de ella por el teatro y la bohemia; ninguno de los personajes es un dechado de virtudes, pueden llegar incluso a ser antipáticos; son débiles, cobardes, se sienten atrapados en una vida mediocre sin conseguir encontrar su verdadero camino; conflictos de pareja, la necesidad de él de ser admirado y la necesidad de ella de admirar al hombre que ama (la admiración de ella se retrae ante el descubrimiento de la necesidad de él; la duda de él ante su propio valor, a la que contribuye el éxito de los otros, y el consiguiente peligro de perder a la mujer que ama; la autocompasión que hace acto presencia, retrayendo aun más la admiración de ella, lo que ...bah, "Todos estamos solos en esencia", ¿para qué tanto jaleo?), conflictos que en este libro, sin embargo, se resuelven o se encaran de forma muy diferente a como lo hacen April y Frank Weelher en Vía revolucionaria.

Sin parecerme un libro redondo, sigue gustándome más Las hermanas Grimes, prácticamente me he bebido las 450 páginas de este libro. Yates es como los buenos árbitros de fútbol, pasa inadvertido: su escritura es sencilla, sin pretensiones, clara, transparente, dejando que toda la luz caiga sobre la vida de sus personajes. Los diálogos son fantásticos y consigue sin aparente esfuerzo que te creas todo lo que va relatando, lo identifiques claramente y comprendas a sus personajes y sus aspiraciones, sus temores, sus aciertos y sus errores.

Muy recomendable.

Escrita hace 10 años · 5 puntos con 2 votos · @Guille le ha puesto un 8 ·

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