LA JUVENTUD DE JOHN (Y LARKIN) por Nastenka

Portada de JILL

"(...) El tren atravesaba la oscuridad lenta y cautolosamente. Agotado, John se durmió.
Las ruedas transmitían inquietud a sus sueños, y una vez más vio los edificios ennegrecidos, las calles abiertas por las explosiones, el bar a la luz de las velas. Ya no le parecía que todo aquello carecía de sentido; se despertó poco a poco y, mientras se frotaba los ojos con las manos heladas, pensó que representaba el final de la necesidad que él tenía del lugar. La ciudad ya no significaba nada para él y por eso había sido destruida; era simbólico, una suerte de anulación de la infancia. La idea lo entusiasmó. Era como si le hubieran dicho: se cancela el pasado, se borra todo el sufrimirnto vinculado a esa ciudad, toda tu niñez. Tienes la oportunidad de empezar de nuevo; lo pretérito ya no te gobierna.
Y también como si le dijeran: mira lo poco que importa todo. Sólo tenemos la vida, que nos impulsa a seguir adelante, y mira con qué facilidad puede hacerse añicos. Mira cuán tremendamente pequeña es la vida."

Conocemos a John en el tren, camino de Oxford, en un vagón de tercera. Tiene dieciocho años y el privilegio de ser el primero de su familia que tiene esa oportunidad.
Su vida va a cambiar.

En esas primeras páginas Larkin ya consigue perfilarnos a John Kemp; el nerviosismo y la ansiedad de ser joven. A través del humor, cierto patetismo y con una prosa muy concisa, el escritor crea situaciones aparentemente triviales, pero a las que John no sabe hacer frente. Un ejemplo sería el viaje, John tiene hambre, y tiene en sus bolsillos la solución (bocadillos preparados por su madre), pero le da vergüenza comer delante de desconocidos y decide saciarla en los servicios, a solas, hasta que alguien llama a la puerta y decide tirarlos por la ventanilla. Cuando regresa al compartimento sus compañeros de viaje están comiendo... y acaban alimentándolo.

Ya en la universidad, nuestro protagonista sigue siendo víctima de su peculiaridad, su compañero de habitación es un niño "bien" y John quiere, por encima de todo, formar parte de su grupo de amigos. Tarea difícil para alguien como él.
Van pasando las páginas... y ninguna señal de la prometida Jill de la portada...
Y en esas páginas, se nota que la novela está escrita por un joven Larkin (tenía veintiún años cuando la escribió y... estaba precisamente estudiando en Oxford), y entonces, de repente, en medio de la soledad y el desconcierto, aparece Jill... y no era para nada lo que yo esperaba...

Creo que la brecha de la novela (situada Gran Bretaña, 1940) es la separación entre los que luchan y los que se quedan en "casa": El contraste entre John, de clase obrera, en comparación con el Walker (su compañero de habitación) criado en Londres y sus amigos es intrínseca al tono de la novela. La torpeza social de John es palpable en todo momento.
Larkin, en la introducción niega que esa fuera su intención, que lo que él pretendía, más que exagerar las diferencias sociales , era minimizarlas.
Desde mi punto de vista algo le falló en ese aspecto.
De hecho, el escritor parecía querer decir que no todos padecen igual en tiempos de guerra, Walker sigue viviendo como si eso no fuera con él (incluyendo algún comentario desalmado al respecto), John, en cambio, lo sufre muy de cerca.
Y aunque realmente no es un libro de guerra, el telón de fondo de ésta vuelve a situar las diferencias entre ricos y pobres.

Y luego está Jill, claro.
Jill es la ficción, la vía de escape. Y la ficción empieza a ocupar más espacio; Jill es la novela de Philip Larkin que acaba tranformándose en la novela de John Kemp.
Una novela inacabada.
Una imaginación que juega malas pasadas.
Hay que volver a la realidad, pese a Jill...

Al final, Jill (la historia, no el personaje), es un libro agridulce... una agradable lectura, aunque poco exigente.
Y es que, me reitero, Larkin tenía veintiún años cuando le dió forma... y se nota.

John Kemp, me evocó (lejanamente) a Holden Caulfield.
Lo curioso es que ambos son coetáneos, porque aunque "El guardián entre el centeno" se publicó en 1951, Salinger ya lo había presentado en forma de serie entre 1945 y 1946. Jill vio la luz, también, en 1946.

Escrita hace 10 años · 4.8 puntos con 6 votos · @Nastenka le ha puesto un 7 ·

Comentarios

@Faulkneriano hace 10 años

Pues gracias por las noticias sobre Jill, porque yo hacia a Larkin única y exclusivamente poeta (y dicen que de los grandes)

@Nastenka hace 10 años

Digamos que casi única y exclusivamente. Novelas escribió sólo dos, "Jill" y "A Girl in Winter", un año después, esta última ni siquiera ha sido editada en español.
Y bueno, también fue crítico de jazz, tema sobre el que también escribió...
No sólo de poesía vivió el hombre.