A VECES LOS PADRES SE NOS PARECEN por Guille

Portada de EL VERANO MÁGICO EN CAPE COD

A menudo los hijos se nos parecen, y así nos dan la primera satisfacción, que decía el inefable Serrat. Aunque también es verdad que algunas de nuestras actitudes vistas en nuestros hijos nos puedan producir tristeza. Pero, ¿qué ocurre cuando es al contrario? ¿qué pasa cuando nos horroriza descubrir en nosotros esa herencia de nuestros padres, a los que por nada del mundo nos querríamos parecer? Este es el hilo conductor de este libro que transcurre por la carretera secundaria de la crisis de madurez del protagonista y en la que a un lado y a otro de la misma se nos despliegan esas historias simples en apariencia, en las que se plantean temas tan comunes como las relaciones entre marido y mujer, hijos y padres, yernos, nueras y suegros, sueños, planes juveniles, objetivos que cambian con el tiempo, y no siempre al unísono con la pareja. Temas tratados aquí con una gran sensibilidad, con humor, e incluso con comicidad (y tampoco faltan escenas de lagrimita).

Una novela encantadora.

Escrita hace 10 años · 5 puntos con 2 votos · @Guille le ha puesto un 8 ·

Comentarios

@Faulkneriano hace 10 años

Sí que te gusta la novela norteamericana... Creo que somos los únicos que hemos leído a Russo por aquí, y coincido contigo en su gran calidez. Empire Falls era también una novela sobre padres e hijos y sueños aplazados: el gran tema, sin duda, era la aceptación de la derrota, algo fundamental en Estados Unidos, tierra de triunfadores. Lo que cuenta Russo nos interesará más, sin duda, a medida que seamos mayores. Me la apunto.

@Guille hace 10 años

Sí que me gusta, sí. No he leído Empire Falls y ahora está descatalogada, pero la tengo en mente, esperaré a que en algún momento les de por reeditarla.

Lo primero que leí de Russo fue un libro de relatos: La hija de la puta. Recomendable también.

(ains, @Faulkneriano, yo ya soy mayor y, lo que es peor, me veo mayor)

@Faulkneriano hace 10 años

Pues anda que yo...

Russo tiene un pie bien puesto en el cine, por cierto. Su tercera novela, Nobody's fool, se llevó a la pantalla con nada menos que Paul Newman de protagonista (dicen que el actor se encaprichó de ella nada más leerla). Ni un pelo de tonto: así la llamaron por estos lares, hay que fastidiarse. Su quinta novela, Empire Falls, fue premio Pulitzer y se hizo una lujosa serie para la HBO, con excelentes actores, entre ellos mi llorado Philip Seymour Hoffmann. Luego Russo le cogió el gusto a eso del cine e hizo varios guiones, entre ellos la interesante La cosecha de hielo. Un tipo listo, el tal Russo. Le debe ir bien...