LOS PECES NO CIERRAN LOS OJOS por Guille

Portada de LOS PECES NO CIERRAN LOS OJOS

Leí esta novela inmeidatamente después de Antigua luz, de Banville. En ambos libros, un hombre maduro, o algo más que maduro, recuerda un episodio de su niñez-adolescencia, y en ambos se hilvana de alguna forma con su vida posterior.

Pero qué diferencia de medios y de resultados. Sin duda me quedo con Erri.

En el relato de Banville sus personajes me habían parecido gastados de tantas veces leídos y vistos en muchos otros sitios. Quizá por ello me pareció una novela superficial. Tampoco ayudó la forma en la que es tratada la memoria en la novela; de un forma artificiosa, olía demasiado a falso, a mal truco de ilusionista con oficio pero sin magia... y qué es un ilusionista sin magia? Escribe bien, de eso no cabe duda... aunque personalmente me fastidia ese afán suyo por obligarme a acudir al diccionario o a internet para saber qué me quiere decir exactamente.

En cambio aquí nos encontramos con un escritor totalmente opuesto, un escritor directo, parco, sin grasa, como he leído en algún sitio. Un escritor que juega con palabras sencillas creando significados nuevos; un escritor que no quiere exhibirse; aquí la historia, el episodio, es el centro sobre el que gravita el estilo, no al revés. Aquí se recuerda al niño como alguien que es y no es el hombre que ahora escribe, con ciertos olvidos, pero no hasta tergiversar el pasado de forma tan inverosímil como en el caso de Banville.

En definitiva, una pequeña joya (pequeña por número de páginas) que me ha servido para conocer a un gran escritor, lo que siempre es muy de agradecer.

Escrita hace 10 años · 3 puntos con 1 voto · @Guille le ha puesto un 8 ·

Comentarios