LAS FLORES DE LA GUERRA por Shorby

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Bueno, esta es una de esas veces en las que no sabes si quedarte con el libro o con la peli. Me explico.
Fui a verla al cine (me pierde Christian Bale, apaaaarte de parecerme un actor muy bueno) y salí literalmente bañada en lágrimas, también sí es cierto que me pilló en una época un poco baja y en fin; la historia me pareció muy dura, pero me encantó.

Sí es cierto que la novela y su adaptación no se parecen en absolutamente nada, salvo en el título, en que hay un grupo de niñas y otro de prostitutas… y de que están en guerra.
Nos metemos de lleno en la Segunda Guerra Chino-Japonesa, más concretamente, diciembre de 1937, en el inicio de esas –aproximadamente- seis semanas horribles que se conocen como la Masacre de Nanjing (por cierto, no he podido evitar buscar información tras leer la novela y quedé de piedra).

Estamos, como digo, en plena guerra, en la capital china de Jiangsu, Nanjing, los japoneses han entrado en la ciudad causando estragos y vendiendo a sus residentes una moto que no anda, con publicidad y todo. Es entonces cuando empieza un terrible ataque contra la población civil, en el que fueron asesinados una barbaridad de ellos de las maneras más crueles e inimaginables, pasando por brutales violaciones a niñas y mujeres, sin tener en cuenta clase social ni mucho menos edad.
Pero ojo, aquí no se nos cuenta de manera explícita nada de eso, sin embargo, se palpa perfectamente esa barbarie y desamparo. No sé qué es peor.

En el desván de una parroquia, se encuentra un grupo de niñas, estudiantes de no más de catorce años, la mayoría de ellas huérfanas y todas al cuidado del padre Engelmann, el diácono Fabio y los dos empleados Ah Gu y George Chen (salvo el padre, son todos chavales jovencitos que llevan años conviviendo, pues han ido a parar ahí por diferentes razones): es la parroquia de Santa María Magdalena. Mal alimentados, sobreviven y conviven como buenamente pueden, con las crías escondidas arriba, asustadas por las noticias que reciben del exterior, obligadas a madurar de golpe por todo lo que está pasando, entre indignación y desesperanza.

Este “equilibrio” se ve roto por una especie de dilema moral, cuando irrumpen en la parroquia un grupo de jóvenes prostitutas pidiendo asilo… que al final acaban recibiendo en el sótano de la cocina, para desagrado de las niñas sobretodo.

Geling Yan nos narra, entre las líneas de una historia ficticia, hechos acontecidos de verdad, aunque cueste creerlo, con maestría y elegancia, invitándonos a una lectura sencilla, sin florituras y no por ello fácil de olvidar.
Los personajes están dibujados a la perfección, incluso los que no tienen demasiada relevancia en la historia, de muchos de ellos nos cuentan su vida mediante flashbacks, por lo que quizá podamos llegar a entender sus pensamientos además de su carácter, hasta somos partícipes de la pequeña jerarquía que se crea en esa convivencia-casi-a-la-fuerza.

Una novela que no puedo dejar de recomendar, me ha gustado mucho, aunque al igual que cuando vi la película, ha sido inevitable tanto el lagrimeo (sobretodo al final, mención especial para ese EPILOGO, que pone los pelos de punta y coloca un nudo en la garganta), como el pensar en los desequilibrios que causan esta muestra de conflictos, en los que se pierden todo tipo de valores, dando igual todo.

Corred a leer el libro. Y luego ved la peli. O al revés, como queráis.

Escrita hace 10 años · 0 votos · @Shorby le ha puesto un 8 ·

Comentarios

@Kodama hace 10 años

Me uno a la recomendación de la película. Del libro no lo sé porqué no lo he leído. A mi me llamó lo de ver que era una película china protagonizada por Bale, el cual, como a Shorby, me parece muy buen actor (y muy camaleónico con papeles de todo tipo donde siempre da la talla). eso sí, lo de perderme ya no tanto... digamos que me pierde más su señora, la cual está de muy buen ver.

@Shorby hace 10 años

Jajajajjjajajjaj ;)

@Shorby hace 10 años

Jajajajjjajajjaj ;)