ESTREMECEDORAMENTE REALISTA por EKELEDUDU

Portada de LA CELESTINA

Antes de perorar acerca de cuánto han cambiado los tiempos y cuán violento se pone el mundo, quizás habría que leer o releer este famoso libro, compararlo con la sección de policiales del diario y reflexionar. LA CELESTINA, que originalmente tuvo otros títulos, de los cuales el más famoso es TRAGICOMEDIA DE CALISTO Y MELIBEA, está llena de personajes que comienzan pareciendo bribones simpáticos y algo cómicos y terminan protagonizando unos crímenes espeluznantes. Todo comienza cuando un mozalbete de sangre noble, Calisto, se enamora de una muchachita también noble, Melibea, quien no le corresponde el sentimiento. Un sufrido criado de Calisto, Sempronio, tiene el dudoso honor de convertirse en el confidente de aquél. Luego de tratar de hacerlo entrar en razón, de hacerle ver que enamoramiento tan extremo no es cuerdo ni prudente, etc., Sempronio, harto, urde un modo de ayudar a su atribulado amo sacando provecho él mismo del asunto, y conecta a Calisto con una vieja que, entre otras ocupaciones, oficia de alcahueta y hechicera, la Celestina del título. Celestina procurará, con sus artes prohibidas, ganar para Calisto el amor de Melibea, a cambio de una generosa paga, de la que Sempronio espera recibir una parte, como a título de comisión, pese a haber recibido ya su propia recompensa de su amo. La cosa se complica porque otro sirviente de éste, Pármeno, recela de Celestina y constantemente pone a Calixto en guardia contra ella. Celestina le corrompe, en parte recurriendo a nostálgicos recuerdos (ya que la difunta madre de Pármeno había sido su amiga y mentora en las artes mágicas), en parte haciéndole inconsistentes, vagas promesas de participar del negocio , y en parte enamorándolo de una de sus chicas, Areusa; en cuanto a Sempronio, estaba en amores con otra, Elicia, lo que explica que la palabra Celestina haya ingresado a nuestro idioma para designar a la persona que favorece o encubre amores ajenos, preferentemente a cambio de dinero.

Mientras Celestina hace su parte del trato con Calisto, aquélla, sus chicas, Sempronio y Pármeno son todos grandes amigos, e incluso hacen un banquete en casa de la vieja, previo saqueo de la despensa de Calisto por parte de ambos criados; no obstante, durante dicho banquete aflorarán los celos por parte de Areusa y Elicia hacia la belleza de Melibea. Y peor aún, una vez hecho el negocio, con Melibea perdidamente enamorada de Calisto, se pudre todo: Sempronio y Pármeno van a reclamar su parte a Celestina, aunque ni ellos mismos parecen seguros de que les corresponda algo, o cuánto, puesto que apoyan sus reclamos con mentiras. Como Celestina se niega a darles nada, la asesinan frente a los mismísimos ojos de Elicia; y luego, para no caer en manos de la justicia, terminan medio muertos al huir efectuando un salto demasiado audaz, siendo de todos modos apresados y ejecutados. Privadas a la vez de amantes y protectora, Elicia y Areusa deciden que necesitan de alguien en quien vengarse, ¡¿y a quiénes elegirán para tal propósito?!: a Calisto y Melibea, casi los únicos que siguen en escena, por otra parte.

No imaginaba que los personajes de este libro fuesen tan complejos. Un ejemplo es la propia Celestina: no vacila en amenazar al mismo Diablo para obligarlo a acceder a sus requerimientos, ni en considerarse, pese a todo, merecedora del Paraíso. Es cómica cuando refunfuña entre dientes contra quienes estorban sus propósitos (por ejemplo, al principio, Pármeno) y trágica cuando por codicia ella misma precipita su fin. Sus palabras nunca parecen del todo fiables, y sin embargo, se hace querer por Elicia y Areuse, quienes debido a ese afecto deciden vengarla, aunque también influya en tal decisión la envidia que les inspira Melibea.

El resultado de la mencionada complejidad de los personajes es que éstos parecen bien reales, tan llenos y luces y sombras como está cualquier persona en la vida cotidiana, y por lo tanto el giro trágico que sobreviene al final resulta estremecedor, terrorífico casi, especialmente porque hasta ahí la trama venía más bien chacotona.

Supe de este libro cuando cursaba el colegio secundario por mi profesora de literatura, y al comentarlo en clases me quedó cierta intriga, aunque me disuadía de leerlo el hecho de que estuviera en castellano antiguo. Sí, a veces costó un poco leerlo, tanto más cuanto que no advertí que al final hay un glosario de arcaísmos (tengo la edición de Hyspamérica; tal vez otras ediciones incluyan también un glosario similar), pero de cuya existencia me enteré recién al terminar de leer la obra, por lo que tuve que intuir el significado de muchos términos ya en desuso. Pero sinceramente, valió la pena el esfuerzo, y no puedo menos que recomendar, además del libro, la espléndida versión cinematográfica que se hizo del mismo en 1996, con dirección de Gerardo Vera y Terele Pávez espléndida en el rol de Celestina, y una banda sonora que incluía fragmentos de la FANTASÍA PARA UN GENTILHOMBRE, del gran Joaquín Rodrigo. De todas formas, el filme nunca habría existido de no haber sido por el libro que le precedió; de modo que sugiero empezar por este último.

Y no podemos menos que recordar, también, que la propia Joan Rowling se dignó hacer un homenaje a esta obra en su saga de Harry Potter, bajo la forma de un personaje llamado Celestina Warbeck.

Escrita hace 10 años · 5 puntos con 1 voto · @EKELEDUDU le ha puesto un 10 ·

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