NO HAY POR DONDE COGERLO por Minaith

Portada de LA  PASIÓN TURCA

Me parece que la juventud de la protagonista es un intento de justificar su cambio y la dirección que rige luego sus pensamientos. Tiene una previsible mala toma de contacto con el sexo y los hombres y como es natural termina escapando y buscando algo nuevo. Hasta ahí bien. Pero lo que viene después no se justifica más que con una majadería desquiciada que vuelve sobrante todo el relato de sus inicios.

La prosa no destaca más que por cuatro expresiones populares del habla familiar y algunas frasecillas con pretensiones de aforismo, que estarían bien si no las hubiéramos oído todos quince veces. Buena parte del libro consiste en las explicaciones de la autora sobre sus sentimientos, auténticas pajas mentales más empalagosas y plúmbeas que las que esperaría de una quinceañera cani. La psicología que hace Gala de la feminidad, la maternidad, el sacrificio por amor y el deseo... cómo decir... es de una profundidad como de redacción para el cole. Y la coherencia de sus razonamientos no la valoro porque el personaje tiene perfecto derecho a ser idiota. Lo que no es diarrea mental es descripción babeante y reiterativa de un turco por el que la protagonista (¿o el autor?) se enciende de pasión.

Lo que más me ha irritado del libro es la falsa humildad del escritor al expresar ¡dos veces para colmo! lo mucho que han fallado los autores masculinos al escribir sobre el alma de la mujer. Después de trescientas páginas intentando hacer una exégesis de lo que Baricco señala con sutileza maravillosa en un párrafo, se permite excusarse o envalentonarse apuntando a los fallos de los demás. No sólo es un mal libro: es una declaración de desfachatez, bastedad y arrogancia.

Escrita hace 13 años · 0 votos · @Minaith le ha puesto un 2 ·

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