Q.E.P.D. PARA UN BEST-SELLER por EKELEDUDU

Portada de EL EXORCISTA

No creo que haya nadie que no esté más o menos familiarizado con el argumento de este libro: en Irak, en una excavación arqueológica, el padre Lankester Merrin, de la Compañía de Jesús, intuye vagamente un inminente enfrentamiento con fuerzas infernales. Lejos de allí, en Georgetown, E.E.U.U., la pequeña Regan, hija de la actriz Chis MacNeil, empieza a adoptar un comportamiento muy extraño, al principio sutilmente, en simultaneidad con otros acontecimientos misteriosos, como unos ruidos que se atribuyen a una posible plaga de ratas. En realidad se trata de manifestaciones diabólicas, conclusión a la que la señora MacNeil llegará cuando el estado de su hija empeore y escape a los conocimientos y capacidades de la psiquiatría moderna. La atribulada madre recurrirá a la Iglesia Católica, solicitando un exorcIsmo a través del Padre Damien Karras, que inicialmente había visitado a la niña como psiquiatra... Lo que nos conduce de nuevo al padre Merrin, quien será el encargado de oficiar el exorcismo en cuestión.

Ese es el argumento a grandes rasgos y no vale la pena explayarse más porque, ya lo hemos dicho, casi seguramente no estamos contando ninguna novedad para nadie, ya que, aparte de que EL EXORCISTA fue un best-seller muy vendido, la adaptación cinematográfica del mismo -bastante fiel a la novela, por cierto- fue todavía más famosa. Qué le ve la gente a esa película, no sé; a mi me aburrió durante más o menos la primera mitad y me resultó ridícula durante la segunda. Pero por lo visto el público que tan genial la considera no guarda la misma opinión respecto al libro que la inspiró: cada vez son más los revoltijos de libros (librerías de viejo y usado, si se prefiere) en los que noto exhibidos a la venta ejemplares de EL EXORCISTA en número creciente y que nadie lleva pese a ofrecerse a precios irrisorios.

Supuestamente, William Peter Blatty, su autor, se habría basado en un caso real de posesión diabólica para escribir esta obra. En realidad, se inspiró vagamente en un suceso mal documentado que afectó a un niño, y que efectivamente incluyó un exorcismo, pero sobre el que sobrevuelan sospechas de engaño por parte del niño involucrado, que habría inventado todo para llamar la atención. Sin embargo, si aceptáramos que no fue así; si supusiéramos que no hubo engaño ni fraude por parte del niño ni de nadie, y que todo el caso fue real, de todos modos, Blatty modificó tanto la historia original que la dejó irreconocible, de modo que quien se acerque a EL EXORCISTA (si a alguien le quedan ganas de acercarse al libro, lo que parece difícil) deberá asumir que se trata de una obra de ficción.

Pero el mayor problema con EL EXORCISTA surge si lo evaluamos sólo como libro de ficción. Blatty no sólo no es un Bram Stoker o un Howard Phillips Lovecraft, sino que tampoco es un Stephen King y ni siquiera un Jay Anson, autor este último de AQUÍ VIVE EL HORROR, otro controvertido libro supuestamente basado en un hecho real y que al parecer fue un descarado fraude, en su caso sobre una casa embrujada. Anson resultaba mucho más convincente que Blatty, hecho real o no hecho real. El problema es que el estilo de Blatty es tedioso y parece querer compensar sus deficiencias literarias poniendo palabrotas aquí y allá. No es que vaya a escandalizar a nadie, al menos ahora, en nuestro siglo XXI (tal vez sí en 1971, cuando recién aparecía EL EXORCISTA) pero, por ejemplo, Stephen King usa palabrotas cuando debe usarlas, en el momento exacto, y se piense lo que se piense de él como escritor, en ello no tendrán el menor peso las palabrotas de que haga uso. A él lo tengo como escritor digno, aceptable... Y no mucho más que eso. Sin las dichosas palabrotas, sus obras no mejorarían en calidad y quizás incluso bajarían la misma. A ver si nos entendemos: nadie exclama "¡Atiza!" o "¡Cáspita!" tras golpearse un dedo con un martillo; antes bien, suelta un rosario harto florido como para que hasta las estatuas se ruboricen. Pero eso es una cosa, e incluir el mismo léxico porque sí, otra bien distinta, y un recurso de malos escritores. No sé si son tantas las palabrotas que incluye, pero lo grave es que ellas constituyen lo más emocionante de un texto soporífero hasta la exageración. Sumemos, entonces: argumento tirado de los pelos, más estilo tedioso, más pretensiones de historia verídica caducas, es igual a basura literaria. No sorprende, entonces, que tantos lectores estén descartando sus viejos ejemplares de EL EXORCISTA, aunque tengan prácticamente que regalarlos; más bien, yo diría que lo increíble es que los libreros de viejo y usado sigan comprando más ejemplares que luego no logran revender.

Escrita hace 10 años · 4 puntos con 4 votos · @EKELEDUDU le ha puesto un 1 ·

Comentarios

@Faulkneriano hace 10 años

Pues con lo generoso que eres con tus votos, Ekeledudu, muy poco te ha debido gustar...

Blatty es un tío avispado: es lo único que puedo decir. Guionista de oficio, ejerció de productor y se forró con la película en cuestión (tanto, que no ha vuelto, parece, a coger la pluma). Al menos, no consiguió domar del todo al joven Friedkin, que rodó el film a su manera (¡menos mal!) y lo hizo, a mi parecer, muy bien. En eso no estoy, parece ser, de acuerdo contigo. En lo del uno, no digo que no.

@EKELEDUDU hace 10 años

Sí, de que Blatty hizo mucho, mucho dinero con este libro, ninguna duda. En cuanto a lo otro, no creas que encuentro mucha gente que concuerde con mi opinión. El problema puede estar en mí: el tema de la posesión diabólica no consigue asustarme ni un poquito, así que otro que no hubiera sido Friedkin tampoco lo habría logrado.

@Tharl hace 10 años

Pues aquí encuentras un apoyo Ekeledudu. Jamás vi ‘El exorcista’ hasta hace poco más de un año, pero había escuchado todos los mitos a que dio lugar la película.
Me pareció mala, una decepción enorme. Hilos argumentales apenas insinuantes y que no aportan nada, una atmosfera basa únicamente en lo grotesco que dependiendo de la persona, 1) le dará la risa, 2) miedo si eres un espectador muy inocente, sensible y poco acostumbrado al cine de terror, 3) indiferencia, como fue mi caso. Creo que solo rescataría la música.

@EKELEDUDU hace 10 años

No me acuerdo de la música, en realidad. Lo que yo rescataría son un par de fotogramas en los que brevemente se ve al diablo a través del cuerpo poseído de Regan. Son lo bastante sorpresivos y fugaces como para resultar, cuando menos, interesantes. El resto me pareció lamentable. Qué bueno que encuentro al fin a alguien que coincida conmigo, la mayoría se deshace en elogios acerca de esta película.