POST MORTEM por Shorby

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Sí, sé que es de raros y todo lo que queráis, pero estas cosas siempre me han llamado mucho la atención… además más de uno de los que se pasen por aquí de manera asidua, o me conozca un poquito, ya sabrá sobre mis gustos peculiares.
Este tipo de práctica, que de hecho se considera un arte, era muy popular en la época victoriana, pleno s. XIX, en Europa y América. Se llevaba acabo con la finalidad de tener un último recuerdo de la persona que acababa de irse, e incluso en ocasiones, de mascotas; así, se dieron retratos de todo tipo –y en personas de todas las edades-, ya fuera sentados, dentro del sarcófago e incluso realizando alguna tarea. Hay algunas realmente impactantes, de hecho las hay muy elegantes.
Sí, sé que suena macabro, pero lo dicho anteriormente.
Una de las características de este tipo de fotografías, es que casi siempre sólo había una única copia (recordemos en qué siglo estamos), realizada en una placa metálica, la cual llevaba el nombre de daguerrotipo.

Bien, esta chapa la considero necesaria, pues sé que hay muchísima gente que desconoce este “arte”. De verdad, merece la pena ver alguna, aparte que se lo curraban un montón y era una tarea realmente trabajosa.

Y es que nuestra protagonista, Lorena, una chavala gótica de Murcia, recibe como regalo de cumpleaños uno de estos, por parte de su novio Saúl. En la imagen, que va cuidadosamente guardada en su cajita, se ve a una mujer con su difunto bebé en brazos.
Ni qué decir tiene que la pareja de universitarios alterna con dicha tribu urbana.

Cuando al volver de fiesta por la noche, Lorena descubre la fotografía en un sitio diferente al que lo había dejado, las cosas dan cierto giro a la novela.
Así, la chica comienza a sentir una presencia en su casa, ni maligna ni de ninguna forma en especial, sólo siente que está ahí con ella. Y eso la pone de los nervios (a quién no).

El muchacho decide ir a ver al anticuario al que compró el daguerrotipo para que le informe sobre su procedencia, pues su novia está bastante asustada.
Es aquí donde viene el giro de 360 grados, que me encantó y me mantuvo aún más enganchada.

Una historia cortita, muy bien contada, que puede llevarse perfectamente a la gran pantalla, pues creo que es bastante visual y da muy buen resultado.
La trama de suspense resulta amena y cercana, aún siendo obviamente macabra, de hecho te la crees en todo momento e incluso la lees del tirón llegando a un final inesperado que, debo decir, me gustó mucho.

No ha podido ser más acertado mi primer acercamiento con la Editorial y el autor, al que no conocía y del que me gustaría volver a leer más adelante.
Muy recomendable.

Escrita hace 10 años · 4 puntos con 1 voto · @Shorby le ha puesto un 7 ·

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