UN MISTERIO TEMIDO DESDE SIEMPRE por EKELEDUDU

Portada de LA LOCURA A TRAVÉS DE LOS SIGLOS

Actualmente, el término locura, en la psiquiatría, ha sido disociado en diversos términos, cada uno de los cuales define un padecimiento distinto: esquizofrenia, neurosis, epilepsia y otros. Hoy ya no nos referimos a los epilépticos como locos, sino como epilépticos; y está muy bien, pues fuera de sus famosos ataques, que los vuelve peligrosos sólo para ellos mismos en la medida en que caigan sobre suelo duro y se golpeen con los objetos que los rodean, son personas perfectamente normales. No obstante, se comprende que, cuando la ciencia no estaba tan avanzada, la gente los viera revolcarse por el suelo, no entendiera el motivo y los creyera poseídos por malos espíritus, o locos. De hecho, todas las afecciones mentales en un tiempo englobadas genéricamente como locura fueron atribuidas durante siglos a los malos espíritus. Hoy contamos con más información, pero pocos se interesan por el auténtico conocimiento, y desgraciadamente, Hollywood reaviva con frecuencia los viejos temores cada vez que recurre al comodín, efectista y sensacionalista, del asesino loco en películas morbosas como EL SILENCIO DE LOS INOCENTES, EL JUEGO DEL MIEDO o PECADOS CAPITALES.

LA LOCURA A TRAVÉS DE LOS SIGLOS, de Michele Ristich de Groote, no es hoy demasiado útil para adquirir ese conocimiento, porque si bien, cuando llega a las épocas más actuales, ofrece un acercamiento científico a cada uno de esos padecimientos que en otro tiempo fueron englobados bajo el término locura, lo cierto es que se trata de un libro aparecido en 1967; es decir, que pronto hará medio siglo. Mucha agua ha corrido bajo los puentes desde entonces; y así, frases como "las tres cuartas partes de los esquizofrénicos son irrecuperables tanto social como laboralmente" pueden no ser exactas. De hecho, lo más probable es que ya no lo sean; en Estados Unidos, por ejemplo, la Fundación Thresholds logró notables éxitos reinsertando personas esquizofrénicas en la sociedad.

Asimismo, debo admitir que me cuesta un poco creer ciegamente en lo que su autora afirma acerca de Mary Baker, a quien presenta como una "colifata", y si bien no podemos negar que ciertas desmesuradas exaltaciones religiosas hacen pensar que la persona que las experimenta ha perdido un tornillo, lo cierto es que es la primera vez que veo a este personaje presentado bajo una luz tan negativa. La psicóloga Jane Shinoda Bolen, por ejemplo, le dedica una breve pero benévola alusión en LAS DIOSAS DE CADA MUJER, que pronto comentaremos aquí. También llama inevitablemente la atención su comentario atribuyendo cierta homosexualidad o afeminamiento de los guerreros escitas (Alberto Cardin nos habla de ella en GUERREROS, CHAMANES Y TRAVESTIS: INDICIOS DE HOMOSEXUALIDAD ENTRE LOS EXÓTICOS) a una forma de delirium tremens, aunque parece que en esto se guía por Hipócrates.

Por otro lado, sin embargo, esta obra es muy interesante y amena, y lamento no haber encontrado información sobre su autora en Internet, aunque sí encontré varias menciones a este trabajo suyo. LA LOCURA A TRAVÉS DE LOS SIGLOS recorre las diversas perspectivas desde las cuales se enfocó la locura desde la más remota antigüedad, hasta el siglo XX, y los tratamientos que se usaron. Dado que la autora es francesa, no sorprenderá que mayormente se ocupe de Francia; si bien, la propia Historia la obliga a ocuparse, como hemos visto, de los autores de la antigüedad grecorromana y, desde luego, de teorías psiquiátricas de especialistas no franceses, como Freud. Desde la trepanación de los tiempos prehistóricos para permitir la salida de los malos espíritus hasta dichos especialistas, pasaremos por la creencia en el Valle de los Locos de Irlanda, las "naves de los locos", la camisa de fuerza, el caso de las Monjas de Loudun (ya que hablábamos antes de exaltaciones religiosas atribuibles a murciélagos en la azotea), el vampirismo, la postura más humanitaria de San Vicente de Paul, Bicêtre y la Salpêtrière, los estragos del cementerio de Saint-Medard (temo que la religión chifló, de hecho, a demasiadas personas), el mesmerismo, el hipnotismo, el electrochoque, por citar (desordenadamente, lo admito) sólo algunos entre muchos episodios, lugares y personajes relacionados con la locura.

Desde luego, aunque la locura haya inspirado temor desde la más remota antigüedad, echando un vistazo a su Historia a través de este libro, será inevitable, por momentos, tener la sensación de que los supuestamente "cuerdos" pueden resultar tanto o más temibles (y yo diría que mucho más temibles, por aceptarse sus juicios sin la menor reserva) que los "locos". No solamente por los tratos a veces inhumanos que se concedía a éstos, sino, a un nivel general, por exhibir la misma barbarie en otros asuntos; caso por ejemplo del caso de Loudun, en el que las "locas" serían las propias monjas, pero los "cuerdos" aprovecharon esa locura para enviar a la hoguera al infortunado Urbain Grandier. Ante lo cual, no podemos menos que darle la razón a Jeffrey Burton Russell cuando afirma en su HISTORIA DE LA BRUJERÍA que muchos creyentes en las brujas estaban perfectamente cuerdos, aunque la sociedad en la que vivían no lo estuviera. De acuerdo, tal vez estuvieran cuerdos... Pero vaya si estaba enloquecida, y sigue estando, la sociedad humana. Tal vez el sitio más tranquilo y más seguro en ella sea, después de todo, el manicomio más próximo.

Escrita hace 10 años · 0 votos · @EKELEDUDU le ha puesto un 9 ·

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