EL SEGADOR por Shorby

Portada de EL SEGADOR

Por todos es sabido que la Muerte es atemporal, asexual, sin embargo en esta ocasión lo veremos tratado como un personaje masculino e incluso con personalidad propia… demasiada para los Auditores de la Realidad (esos dignatarios que controlan el universo y demás). Así pues, deciden que la Muerte tiene un exceso de personalidad y por ello debe ser mortal. Tal cual.

Así, le dan su correspondiente reloj de arena y lo hacen visible a cualquier persona, animal o personaje que habita el Mundodisco… pero no por ello le ponen piel ni cosas de ese tipo, sigue siendo un enorme esqueleto de dos metros con ese peculiar brillito en las cuencas.
Mientras, lo desposeen de sus funciones y poderes, a la espera de dar con una Cosechadora Automática –y por lo tanto, sin ideas propias- que se encargue de dicho trabajo.
No le queda otra que hacerse con una falsa identidad –siempre acompañado de sus mayúsculas-, decidiendo llamarse Bill Puerta (lo que me reí con esto) y dándose a la vida campestre, como ayudante en una granja… y como cosechador que siega las briznas de trigo una por una con una rapidez pasmosa.

Tenemos dos tramas principales, la que acabo de comentar, con Bill, y la que tiene como protagonista un mago que no puede morir. El primer mago zombie de Mundodisco, que nadie sabe por qué sigue danzando por la tierra, ni si quiera él mismo.
Podemos imaginar que esto se debe a algo relacionado con el asunto anterior.

Con ello, nos adentramos en otra rocambolesca novela de Pratchett, realmente dinámica, con escenas muy buenas, véase el momento de afilar la guadaña, genial o en el funeral del mago, en esa parte también me reí mucho... sin menospreciar las apariciones de Ruina, personaje que me encanta.

Un humor diferente, que gusta o no, con una historia llena de giros –a destacar la traducción siempre de estas novelas-, como siempre ausente de capítulos, que no podemos dejar de leer con una sonrisa casi permanente.
Muy recomendable.

Escrita hace 10 años · 4 puntos con 1 voto · @Shorby le ha puesto un 8 ·

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