¿SE PUEDE HACER DE LA VIOLENCIA ARTE? por Tole

Portada de LA NARANJA MECÁNICA

“La naranja mecánica” es una novela que la podemos dividir en dos partes, una primera por así decirlo una oda a la violencia, a la brutalidad. Narrada en un tono muy personal por el hecho de estar en primera persona y la jerga que se utiliza el “nasdat” que ha sido muy criticado, yo lo veo desde una perspectiva diferente, el hecho de que lo las aventuras de Alex y sus drugos esté narrada en primera persona y una jerga específica, lo que aparte de darle su toque estético (teniendo en cuenta el tipo de novela qué es) y más realista, la cuestión que me plantea novela de este tipo es la siguiente ¿se puede usar la violencia para crear arte? La verdad es que llevo meses intentando darle respuesta a esa pregunta, todo comenzó cuando vi por primera vez el cine de Michael Haneke al que considero un gran director, su película “Funny Games” podría ser perfectamente una oda a la violencia, el mérito que tiene esa película es que la persona que la ve se angustia de la violencia que en ella está contenida, una violencia extrema, sádica, de la cual su director es capaz de crear una obra de arte. La cuestión es, es una obra de ¿arte? Esta pregunta suena de nuevo en mi cabeza tras a ver visto otra joya del cine “La naranja mecánica” tras leerme el libro. Cine y literatura, ¿arte no? Pienso que en eso está el mérito en hacer de algo sucio una obra de arte, pensemos en la triología del Padrino, especialmente en la primera, hemos de admitir que todos sufrimos cuando intentaron asesinar a Vito Corleone, e incluso nos parece simpático y en algún momento de la película queremos ser mafiosos como él, pero ¿cómo se puede tener simpatía por un mafioso, una persona que se enriquece del asesinato? He ahí el mérito de esa película, que a un ser despreciable le tengamos simpatía, supongo que con la violencia en el cine (hablo de las películas dignas, no la porquería que nos vende Hollywood) y en el arte en general en eso está el mérito en a partir de la violencia hacernos sentir, no una sensación de disfrute sino lo contrario de angustia y sufrimiento al fin y al cabo que no es el arte sino un medio de transmisión de ideas, sensaciones y sentimiento, incluso cuando estos son violentos.
Como mi reseña la novela da un giro de ciento ochenta grados, la segunda parte de esta novela es opuesta a la anterior, por supuesto no voy a dar detalles, aunque ¿quién no conoce la biografía de Alex? Gracias a la genial película de Stanley Kubrick, sobre la cual me gustaría hacer un paréntesis, me ha sorprendido que sea de 1971, es fantástica, sólo le ha faltado el último capítulo, de todos modos el final de ésta es exquisito. Cerrando paréntesis, me gustaría añadir que esta segunda parte en la cual divido la novela, me parece mucho más interesante, la primera no parece ser más que la descripción de las gamberradas de unos adolescentes, en cambio, en la segunda parte se tratan temas diversos cómo la naturaleza humana, a través de los que estaban a favor y en contra de la terapia que se le aplicó a Alex, se le hace un guiño a la corrupción en la política, podemos apreciar que Alex se convierte en un instrumento de los políticos que aparecen en la novela tanto del gobierno cómo de la oposición.
En conclusión, podemos decir que esta naranja metálica, brilla más por su versión cinematográfica que por su versión literaria, aunque sea la original. No puedo negar que haya disfrutado del sabor de esta especia curiosa de naranja, que me ha entretenido en gran manera pero que a mi parecer le falta un poco de reflexión.

Escrita hace 10 años · 4.1 puntos con 7 votos · @Tole le ha puesto un 6 ·

Comentarios

@Tharl hace 10 años

Curiosa reseña Tole, o más bien reflexión. Creo que en ningún momento Burgess -como tampoco Haneke- quiere hacer apología a la violencia. En la primera parte que comentas -hablo con el libro muy poco fresco en mi memoria-, el autor se limita a describir la forma de vida de Alex y sus drugitos y siembra los elementos con los que jugar a lo largo del resto de la novela (la paliza a los vagabundos o la violación a la mujer del escritor por ejemplo), pero eso no significa que sea apología. Lo único que creo que Burgess exalta es el libre albedrio.
De otros temas del libro -si la violencia y rebeldía es vista como algo temporal que desaparece con la madurez; el papel subversivo de la música clásica en Alex, los conflictos paternos filiales y la crítica social y política- puedo hablar aun con más dificultad porque sospecho que ni la leí tan atentamente como merece y han pasado varios años desde mi lectura.

Sobre lo que planteas, me recuerda de refilón a la discusión del romanticismo, hoy superada con la diferenciación de belleza y arte, sobre el canon de belleza: la belleza de lo feo o incluso lo grotesco. De no ser porque la violencia es considerada fea y desagradable no veo por qué cuestionar que de ella puedan surgir obras de arte como VIAJE AL FIN DE LA NOCHE (no volveré a ver igual la mermelada).
Yo tengo clara mi opinión, se puede hacer arte de todo, incluso de un cuadro blanco sobre lienzo blanco. Lo importante es que tenga algo que aportar y Kubrick y Haneke, desde luego, lo tienen.
Respecto al tratamiento de la violencia me parece que Kubrick y Haneke o Burgess en la literatura no la exaltan en absoluto, más bien lo contrario (sobretodo Haneke, esforzado en presentarla con su crudeza psicológica). Otra cosa es Tarantino, que sí la exalta estilizándola. Y aun así, dejando la moral a un lado, en el lugar que le pertenece, no puedo dudar que Tarantino, me guste más o menos, haga arte.

@Tole hace 10 años

Realmente tienes razón cuando escribes que Haneke ni Burgess quieren hacer apología a la violencia, pero lo que no podemos negar es que el hecho de que usen la violencia en gran parte de cierta obra, sí que ésta reciba cierta importancia y con ella hagan arte. Además estoy de acuerdo contigo respecto a Tarantino que sí hace una apología a la violencia en sus obras, y bien que lo hace, por cierto.
También coincido contigo en que se puede hacer arte a partir de todo, que sea bien o mal aceptado depende de la sociedad a la que se le muestra y a las circunstancias. Este fue un buen argumento que me dio un buen amigo historiador y lo ilustró con los vikingos, me explico que ellos adoraban la guerra, la veian como algo bello y digno por lo que habían de morir, en cambio cuando llegó el cristianismo a Europa esa concepción cambió , y la muerte y la guerra pasó a ser un tema "malo" incluso llegando al punto de tener una justificación para comenzar una guerra, lo que día hoy es normal, sin embargo no lo era para los vikingos. Así que, eso pienso se puede hacer arte con todo, claro que a ciertas personas o grupos serán atraídas por cierto estilos y temas.
Gracias por tu comentario Tharl, y siento tardar en haberte respondido