RECOPILACIÓN NO SIEMPRE FIABLE por EKELEDUDU

Portada de NUEVOS ENIGMAS HISTÓRICOS AL DESCUBIERTO

Nunca pude leer ENIGMAS HISTÓRICOS AL DESCUBIERTO, el libro de César Vidal que sentó la línea que continúa el presente trabajo. Supongo que será más o menos como éste. Los NUEVOS ENIGMAS HISTÓRICOS AL DESCUBIERTO vienen con numerosos aciertos y errores muy propios, no sé si tanto de Vidal (es el único trabajo suyo que he leído hasta el momento, si bien no por falta de interés) como del método de trabajo elegido. Vidal no es investigador de campo o, al menos, no lo es aquí. Oficia simplemente de recopilador. De algunos temas supongo que tendrá un conocimiento más exhaustivo que de otros; cuáles de los tratados aquí son cuáles, sólo él podría decirlo. La selección que nos trae aquí no podría ser más variopinta ni, en general, interesante; siempre habrá alguno que aburra a algún lector particular o que, al menos, no le interese tanto, pero ése es un problema subjetivo, no objetivo, evidentemente. Echemos un repaso algunos de los temas: ¿Tuvo Jesús hermanos? ¿Aparece Jesús en fuentes históricas distintas de las cristianas? ¿Cómo surgió la creencia en la reencarnación? ¿Cómo se originó la Cábala? ¿Fueron las Cruzadas fruto de un simple interés material? ¿Existió Drácula? ¿Acertó Nostradamus en sus profecías? ¿Por qué fracasó la Armada Invencible? ¿Por qué fue creado el Ku Klux Klan? ¿Cuáles fueron las razones del duelo en OK Corral? ¿Quién fue Jack el Destripador? ¿Quién escribió los Protocolos de los Sabios de Sión? ¿Por qué hubo judíos que combatieron a favor de Hitler? ¿Por qué y cómo tuvo lugar el asesinato de John F. Kennedy?, etc., etc., etc. Son en total 27 temas, todos ellos planteados en forma de pregunta, como se ha visto, cada uno de ellos respondido por el autor y concluido, antes de pasar al siguiente, con una bibliografía que el lector puede consultar si desea profundizar más sobre el tema de turno.

Según hemos visto, muchos son temas interesantísimos y sobre los cuales, quizás uno no haya tenido la menor idea hasta llegar a este libro; así me sucedió a mí, por ejemplo, en lo tocante a los judíos que combatieron a favor de Hitler (no tenía la menor idea de que los hubiera habido), y desde entonces ando en busca de uno de los libros que él recomienda para profundizar sobre el tema, LA TRAGEDIA DE LOS SOLDADOS JUDÍOS DE HITLER, de Bryan Mark Rigg. Eso, el despertar la curiosidad del lector por temas hasta entonces desconocidos para él, es un gran mérito, indudablemente.

Sin embargo, al tratarse de una recopilación de hechos varios, el primer inconveniente viene a ser el famoso "El que mucho abarca, poco aprieta". El segundo error, el ya clásico de no citar la bibliografía consultada. Sí, por supuesto que se puede pensar que las obras recomendadas al final de cada capítulo son las mismas que él consultó; sin embargo, en algunos casos, ¿no se le ocurrió al menos ojear algunos otros antes de pronunciarse tan categóricamente, por ejemplo, sobre un tema tan polémico como la identidad de Jack el Destripador? Asombra la facilidad pasmosa con que, cual émulo de Sherlock Holmes, Vidal nos presenta al que, según él, habría sido el verdadero asesino; cuando casi cualquier otra fuente asegurará que la identidad de Jack aún continúa envuelta en el misterio, pese a existir infinidad de hipótesis. Por otra parte, no nos dice que es simplemente su opinión, sino que nos lo presenta como un hecho comprobado fehacientemente, antes de que en la bibliografía final, en letra pequeña, nos hable de un libro que sostiene otra teoría sobre la identidad de Jack, que él considera errónea.

También trata con excesiva ligereza, me parece, al Drácula histórico, otorgándole demasiada credibilidad a los panfletos con los que el rey húngaro Matías Corvino, que lo había puesto en prisión tras anunciar con bombos y platillos que lo pondría al frente de un ejército cruzado para apoyar a Constantinopla (en esos años todavía en pie, aunque ya un tanto maltrecha territorialmente) y con el dinero aportado por el Papa, según creo recordar, no sabía cómo justificar acciones tan contradictorias y buscó ennegrecer bien la imagen de Drácula haciéndolo comer frente a bosques de empalados y, en fin, colmándolo de otros excesos que ya estaban muy puestos en entredicho cuando apareció este libro; si bien aún no había aparecido VLAD III DRÁCULA, de Matei Cazaku, que vio la luz un año un año después de NUEVOS ENIGMAS HISTÓRICOS y habrá tardado más en aparecer en castellano, difundirse y darse a conocer al gran público. Lo de Cazaku sí fue un trabajo de campo, sumamente exhaustivo, y a través de su libro supe yo de los apuros de Matías Corvino por no parecer un incoherente y un ridículo por elevar a Drácula a lo alto de los pedestales y derribarlo de ellos casi enseguida, sin razón consistente, salvo la vulgar política, que en aquellas regiones y en aquellos tiempos era cosa muy, muy inestable y requería aliarse hoy con el enemigo de ayer, para volver a combatirlo mañana aliado a los ex enemigos de ayer y anteayer, y por qué no del siguiente mañana.

Y ni hablar cuando trata sobre temas religiosos. Vidal es cristiano y, dicho sea de paso, también yo lo soy. No sé si fue sabio iniciar su libro con dos temas que revisten más interés para los creyentes que para los aficionados a la Historia, pero sí que metió la pata hasta el cuadril al explayarse luego sobre un tema religioso no cristiano (la reencarnación) y bajo una luz muy poco favorable. "Esta (LA CREENCIA EN LA REENCARNACIÓN) plantea serios desafíos desde un punto de vista lógico-nos dice-, ya que presupone un número prácticamente constante de seres humanos (algo insostenible en períodos de expansión demográfica como el actual) y además nos enfrenta con el hecho de que no es posible recordar las vidas anteriores, con lo que resulta difícil, por no decir imposible, enmendar el pasado...". ¡Vamos, Cesítar! Tendrías que darte cuenta vos mismo que intentar aplicar la lógica a la religión es mala idea, porque si empezamos aplicándola, por ejemplo, a la resurrección de Cristo, estamos listos. La religión se maneja por la fe, no por la lógica, y por lo tanto, la creencia en la reencarnación no plantea esos desafíos que asegurás. Y la reencarnación no presupone un número constante de seres humanos; podemos pensar, por ejemplo, que hay una cola para reencarnar, la cual avanza más rápidamente al subir la natalidad. O en períodos como el actual, podemos pensar que varios seres humanos de hoy fueron tigres y rinocerontes, especies cuyo número ha bajado, por desgracia, drásticamente, por dar sólo unos ejemplos. Nada de esto es científico, pero la religión, insistimos, no se basa en la lógica ni en la ciencia, sino justamente en lo contrario: en la fe, en la capacidad para creer cosas en apariencia imposibles. En cuanto a eso de recordar vidas pasadas, puedo jurar que si en la siguiente vida (admitiendo que haya reencarnación, se entiende) pudiera recordar lo que me tocó en ésta, para empezar, ni en pedo me hacen salir del vientre de mi nueva madre. Resta preguntarse, además, si los bebés no llegarán al mundo llorando porque, después de todo, algo recuerdan, y se angustian por tener que pasar de nuevo por algo similar. Que la creencia en la reencarnación haya nacido como una forma de los arios vencedores en la India para mantener subyugados y conformes con sus penurias a las poblaciones vencidas, no sé, puede ser; pero estamos hablando mal de una religión que no es la nuestra, y teniendo muchísimos trapos hediondos que sacar al sol en lo tocante al cristianismo, me parece poco inteligente de parte del señor Vidal.

En conclusión, puede leerse esta obra, cómo no, pero tampoco hay que poner la mano en el fuego por cualquier cosa que en ella se diga, ni citarla como fuente infalible de nuestro conocimiento.

Escrita hace 11 años · 0 votos · @EKELEDUDU le ha puesto un 7 ·

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