EL HOMBRE, EL DEMIURGO por EKELEDUDU

Portada de HERREROS Y ALQUIMISTAS

En una peculiar interpretación de la Creación tal como la cuenta el líbro bíblico del Génesis, sugería Jean Markale en LOS REBELDES DE DIOS que quizás Dios se había permitido descansar el séptimo día, tras la aparición del género humano, porque ya estaba éste para completar su obra creadora. Leyendo ahora HERREROS Y ALQUIMISTAS, del gran Mircea Eliade, se constata que, en efecto, el ser humano parece haber asumido, ya desde sus más remotos orígenes, que le correspondía cumplir con esa misión. El libro empieza hablándonos de los primeros contactos que tuvo el hombre con el hierro, que inicialmente era el de origen meteórico. Los siderolitos inspiraron múltiples leyendas acerca de cielos forjados en metal y cosas por el estilo. Sólo al tener conocimiento de los yacimientos y minas de hierro, no obstante, pudo el hombre desarrollar la metalurgia a gran escala. Para entonces ya se había gestado toda una mitología en torno al herrero y su oficio, que era visto como algo misterioso. El desempeñaba la función de demiurgo al tomar el metal y convertirlo en herramientas útiles, aunque al ser también forjador de armas se lo asociara también a lo diabólico. En ocasiones se hacían ofrendas a ciertos objetos de hierro, o se sacrificaba algún animal para consagrar la fragua del herrero, cuyas herramientas eran sagradas por asimilarse a las divinas. De hecho, el herrero resultaba una especie de imitador de los dioses de la tormenta al batir el hierro en el yunque.

Se atribuía sexo a los metales, como a las piedras o a tantas cosas inanimadas; y se creía que las minas y las cavernas eran matrices de la Madre Tierra. El mineral que allí se ocultaba era algo vivo, que estaba en pleno proceso de gestación, cuyo punto culminante era el oro, el más noble de los metales. Pero a veces el proceso de gestación se interrumpía, y entonces el resultado final era un metal más ordinario, como por ejemplo el bronce. El propósito del alquimista al tratar de convertir cualquier metal en oro era, por lo tanto, acelerar ese proceso natural previamente interrumpido (en efecto, los supuestos alquimistas que intentaban convertir los metales más comunes en oro sólo para enriquecerse eran despreciados por los alquimistas serios, que los llamaban "puffers", si bien Eliade no menciona este dato, que leí en otro libro). Como el herrero -de quien había heredado muchos rituales-, el alquimista venía a completar la obra creadora de los dioses o de Dios.

Este es el segundo libro de Mircea Eliade que tengo oportunidad de leer, siendo el primero EL MITO DEL ETERNO RETORNO, del que ya hemos hablado. Aquella obra me había parecido ya de excelente nivel; creo, sin embargo, que ésta la supera, porque es más "ganchera" que aquélla, más atrapante desde el mismo inicio, que nos transporta con la imaginación hasta los orígenes mismos de la Humanidad, hasta los rostros asombrados de nuestros antepasados ante el descubrimiento, sumamente misterioso para ellos, de que del cielo caían grandes trozos de metal. Por lo demás, Eliade mantiene los aciertos ya observados en EL MITO DEL ETERNO RETORNO; principalmente, esa asombrosa erudición en el campo de la mitología, que no se reduce sólo a la grecorromana y germanoescandinava (habituales caballitos de batalla de tantos autores). Nos pasea por Babilonia, distintos pueblos de Africa, India; en fin, por múltiples civilizaciones de muy distintas épocas.

En el último capítulo, analiza la crisis espiritual del mundo contemporáneo y la relaciona con la demiurgia de los herreros y los alquimistas. El apéndice final -ya para terminar también este comentario- puede en general resultar prescindible, excepto para políglotas (mayormente recomienda en él obras escritas en lenguas no castellanas y no traducidas a la nuestra, para ampliar conocimientos sobre tal o cual tema), pero igualmente destaco dentro del mismo la nota N, donde se comenta el interés de Carl Gustav Jung por la alquimia, y la interpretación que daba a ésta. Resulta ciertamente interesante, en vista de la probada relación entre mitología y psique humana.

Escrita hace 11 años · 3.5 puntos con 2 votos · @EKELEDUDU le ha puesto un 10 ·

Comentarios

@lucero hace 11 años

ELELEDUDU, sos un especialista en estos temas y en una página tan literaria como ésta, marcás la diferencia trayendo libros y reseñas como ésta. Me tengo que poner con Mircea Eliade....pero hoy cierro porque ya puse tres libros en la Whish!!!! y trabajo en una biblioteca y me llevo libros de todo tipo en papel a casa, donde tambien leo en el e-reader.....estoy para psicólogo!

@EKELEDUDU hace 11 años

Ese sería mi sueño del pibe: trabajar en una bibilioteca y poder echar una oojeada a cuanto libro se me ocurra para, al menos, tener de antemano una idea clara de cuáles me gustarían o no. ¿En qué biblioteca trabajás?

@lucero hace 11 años

Universitaria, de Humanidades. Creo que das una ojeada a cada libro que entra, un tesoro en cada rincón del estante....

@EKELEDUDU hace 11 años

Te creo. No sé si se ganará mucho, pero tiene indudablemente esa recompensa.